Cuba sin Chávez


La publicitada complicación de salud de Hugo Chávez y su prolongada estancia en La Habana nos obliga a prever la futura posibilidad de una Cuba sin Chávez. El autócrata venezolano pudo haber muerto por la cirugía que se le hizo en la isla o por la enfermedad que la provocó. Podría perder la vida o el poder por cualquier otra razón. Es probable que en tal circunstancia Cuba se quede sin la subvención venezolana.


Sin la más importante fuente de ingresos de la economía isleña, que no se limita al petróleo venezolano, el castrismo quedaría dependiente de otras dos fuentes nada seguras: a) Las remesas y los envíos de los exiliados cubanos. b) Las ganancias del turismo. Los ingresos de la industria turística son relativamente modestos porque una buena parte de los insumos necesarios para atender el turismo tienen que ser importados.


Además, el turismo es una industria susceptible a las conmociones sociales. Por ejemplo, la industria turística de Egipto está pasando por una situación muy difícil como consecuencia de la revuelta popular relativamente pacífica que conmocionó a ese país. Un cambio de mando en Venezuela provocaría tensiones en Cuba que perjudicarían el turismo. Esta industria comenzaría a sentir las consecuencias mucho antes que el petróleo venezolano dejara de llegar a Cuba y los hoteles apagaran sus unidades de aire acondicionado.


En estas circunstancias el gobierno cubano quedaría dependiendo de las remesas, los envíos de mercadería y lo viajes de los exiliados a la isla. La tiranía estaría a merced de la continua generosidad de sus enemigos los exiliados, o a la política de Washington sobre los viajes y envíos de los exiliados a Cuba. ¿Cómo actuaria sobre este asunto Obama de ser reelegido? O quizás un presidente republicano puede decidir frenar al máximo esos ingresos.


Raúl Castro y sus acólitos no son ajenos a estas posibilidades. Tienen y tendrían dos alternativas: Acelerar el proceso de reformas o empecinarse como han hecho hasta ahora atrincherados detrás de sus temores al cambio.


En el primer caso tendrían que llegar a un acuerdo con los Estados Unidos. En este escenario los planteamientos de una transición hacia la democracia por parte de los exiliados difícilmente podrían pasarse por alto.


Lo que decidieran hacer los castristas son sus opciones, pero tenemos que tenerlas muy en cuenta. La oposición dentro y fuera de Cuba debe prepararse para una eventual Cuba sin Chávez no importa cuando suceda. Las fuerzas democráticas cubanas no han estado preparadas para el caso ni todavía lo estamos.


La confusión creada en las últimas semanas nos ha brindado la oportunidad de meditar en lo que debemos hacer si un día Chávez ya no está en el poder. No podemos arriesgarnos a que nuestro país tome un camino de incertidumbres
Enlacedespués del castrismo.



Cuba ingresos anuales (fuente Perros que muerden la mano (Por Roberto Álvarez Quiñones – Diario de Cuba)

Subvención venezolana $6000 millones
Neto de exiliados cubanos 1500 o $1600 millones
Neto por turismo 733 millones *
Neto por níquel 850 millones

*(En 2010 el turismo aportó $2.221 millones. Pero $1.488 millones regresaron al extranjero)

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Queremos a Yordi en Santa Clara

Yordi Alberto Toranzo Collado

Por el Reverendo Ricardo Medina Salabarría
Miembro del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del partido Cuba Independiente y Democrática


Buscar el reino de Dios y su Justicia, ha sido la máxima del Pastor Metodista Yordi Alberto Toranzo Collado, rector de la Iglesia “La Trinidad” de la ciudad de Santa Clara, quien juró delante del Altar de Dios buscar el Reino de Dios y su Justicia; esta misma inscripción cifra un vitral con la imagen de Jesús, con los brazos extendidos y preside la iglesia cuya rectoría con la anuencia del Espíritu Santo lleva Yordi en esa ciudad, esa imagen le ofrece la bienvenida al pueblo santaclareño que pasa por frente al templo y al que en el se congrega.


Por eso el reverendo Yordi Alberto Toranzo Collado, alentado por los sentimientos de justicia salió de su casa y caminó pocas cuadras para unirse al dolor de la familia Soto García, el domingo 8 de Mayo, festividad del Día de las Madres, como hace y esta llamado a hacer no solo cualquier ministro de Dios, sino todo bautizado.



Triste es ver como Monseñor Ricardo Pereira Díaz, Obispo de la Iglesia Metodista en Cuba, pocos días después e inducido por el miedo que pudo trasmitirle la Seguridad del Estado a través de Departamento de Atención a Asuntos Religiosos del Ministerio de Justicia y del Consejo de Estado, pidió el traslado del pastor hacia el poblado de Santa Cruz del Norte, el la provincia Habana, doloroso es como una autoridad de la iglesia de Cristo para la República de Cuba sirve mejor a un gobierno que no a su grey y a sus pastores.



Monseñor Pereira, yo soy testigo de que este pueblo de Santa Clara, cuando continua el caminar hace adagios de desprecios al ver continuo al templo el cartel que anuncia la sede del Partido Municipal, local que le fue intervenido a la Iglesia Metodista en Cuba, recuerdo de niño (porque soy de Santa Clara) como los trabajadores del Partido Municipal compraban huevos y llamaban a los niños que estudiaban en la Escuela Primaria Mariano Clemente Prado, ubicada frente con frente al templo, para que los lanzaran contra el Reverendo Pedro Mayor y su esposa Ana Luisa a quienes recuerdo con mucho cariño.



Entonces como sacerdote de Cristo no entiendo, ni entenderé nunca, la postura que usted ha tomado contra Yordi, su lugar es estar al lado de la justicia y estoy muy seguro de que esta negando el ministerio en que usted fue ordenado. Reflexione y pida luz al Espíritu Santo y diga con nosotros “Queremos a Yordi en Santa Clara”.

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Fernando Mires: 2011: ¿El año de los nuevos movimientos sociales?



A quienes nos interesa analizar esas apariciones históricas nunca programadas, siempre impredecibles e intempestivas que son los movimientos sociales, no nos podemos quejar: 2011 ha sido más que pródigo en su producción.


Esas revoluciones democráticas ocurrieron primero donde nadie pensaba que podían aparecer: en el mundo árabe. Fueron seguidas por el Mayo español y por el Junio griego. Y hasta Chile, país cuya población joven parecía haber caído en el conformismo consumista, ha visto sus calles pobladas por vociferantes multitudes donde se cruzan dos líneas: la ambientalista y la estudiantil ¿Se trata de una simple casualidad o estamos frente a un fenómeno global? Creo que todavía es demasiado prematuro para responder a tan interesante pregunta. Pero lo más probable es que 2011 traerá consigo más sorpresas todavía. “Afírmate Catalina que vamos a galopar”.


Si quisiéramos encontrar un punto común a las manifestaciones nombradas, habría que señalar que todas -unas más, otras menos- son expresiones de luchas democráticas. En ese marco podemos hacer el intento de trazar una división. A un lado las que se manifiestan “por” la democracia. Al otro los que se manifiestan “en” democracia. Las primeras -ocurridas en el mundo árabe- intentan derribar a las implacables dictaduras militares que sobrevivieron a la caída del imperio soviético del cual esas dictaduras eran clientes ideológicos y económicos. Las segundas sólo intentan ampliar los espacios democráticos de participación política.


El carácter renovador de los movimientos sociales emergidos durante la primera mitad del año 2011 se deja ver en la primacía que alcanzan en ellos los sectores más jóvenes de la ciudadanía, lo que llevó a decir a más de algún comentador sensacionalista que nos encontramos frente a la revolución de una generación internética global. Sin embargo, los nuevos movimientos sociales aparecen, como siempre ocurre, manteniendo una relación de continuidad con los que los precedieron, en este caso, desde la segunda mitad del siglo XX.


No olvidemos que los estudiantes europeos sesentistas también emergieron hacia la superficie política con el propósito de imponer cambios radicales al interior de las rígidas democracias que los gobernaban. No lo lograron de modo inmediato. Fue preciso una “segunda ola” movimientista manifestada en las muchedumbres ambientalistas, pacifistas y feministas de la década de los ochenta. De esos movimientos surgió una nueva cultura política así como nuevos políticos, algunos de los cuales ocupan hoy día decisivos puestos de gobierno. A su vez, la “segunda ola” democratizadora coexistió en el tiempo con la aparición de los movimientos sociales antitotalitarios del mundo comunista, sobre todo Solidarnosc en Polonia y “Carta” en la ex Checoeslovaquia. Y por si fuera poco, en América Latina, en especial en el Cono Sur, emergieron amplios movimientos democráticos y anti-dictatoriales. Entre todos esos diversos movimientos no existió, como es sabido, casi ninguna comunicación. Mas, no tan sólo fueron hijos del mismo tiempo sino también –como habría dicho Hegel- portadores del “espíritu del tiempo”: un espíritu de indudable sentido democrático.
Sin embargo, las primeras en aparecer en este movedizo 2011, las luchas “por” la democracia en el mundo árabe, han encontrado una resistencia dictatorial más implacable que la que encontraron los movimientos democráticos en los países sometidos al yugo soviético de modo que lo más probable es que la democratización de esos países no ocurrirá, como fue el caso del fin de las dictaduras comunistas – y como parecía que iba a ocurrir después de la caída de las dictaduras de Sudán y Egipto- bajo la forma de “reacción en cadena”. Todo hace predecir que esa revolución se dará en ciclos consecutivos y de modo muy interrumpido.


Por una parte, no existe al interior del mundo árabe ninguna potencia mundial hegemónica como fue la URSS cuya crisis interna pudo arrastrar consigo a toda una “periferia”. Por otra, los tiranos árabes aprendieron no de los comunistas soviéticos pero si de los chinos cuyos tiranos no vacilaron en ametrallar a masas de pacíficos estudiantes en los luctuosos acontecimientos de la Plaza de Tian’Ammen, el año 1989. Gadafi y Asad han hecho exactamente lo mismo. Pero a diferencia de la dictadura china que logró aniquilar definitivamente a la rebelión popular, los criminales dictadores árabes sólo han logrado la “desnaturalización”.de los movimientos democráticos.


Ya parecen lejanos los días en que lozanos estudiantes, niños, ancianos y mujeres participaban alegremente en las demostraciones cívicas de Trípolis y Damasco. Hoy sólo vemos en la pantalla a hombres de mediana edad, muy mal armados, e intentando resistir, a punta de cojones, a muy bien pertrechados ejércitos. Evidentemente los dictadores han logrado transformar las rebeliones populares en guerras civiles, guerras en las cuales sólo pueden vencer, sobre todo si cuentan con la cobarde complicidad de diversos gobiernos europeos.


Muy distinta es la situación de los movimientos democráticos occidentales. Aunque algunos de sus miembros hablan de revolución, ellos mismos saben que nunca ha habido en la historia una revolución –que no sea fascista, por supuesto- en contra de algún régimen democrático. De ahí que sólo pueden limitarse a jugar el rol de contestarios lo que, por lo demás, hacen muy bien. Su objetivo no es tanto derrocar a algún gobierno pero sí transformar las relaciones de la ciudadanía con la política vigente. Relaciones que hoy se encuentran alteradas por partidos que otrora jugaron un papel emancipador, como las socialdemocracias españolas y griegas, o los “concertacionistas” chilenos. En cierto modo los movimientos sociales en las naciones democráticas aspiran, al dinamizar la vida política, a ampliar el marco democrático, fundando nuevas organizaciones desde donde emergerán, probablemente, algunos nuevos partidos políticos de recambio.


Acerca del destino que correrán los movimientos sociales emergentes en los países democráticos, es difícil conjeturar. Pero quizás no está de más señalar que son muchos los peligros que los rodean. Uno de esos peligros viene de los mismos movimientos, o mejor dicho, de su latente anti- partidismo.


Es cierto que en muchas naciones los partidos se han constituido en cúpulas autonomizadas.. Pero una cosa es criticar la formación de una “clase política” y otra muy diferente es asumir actitudes anti-partido. Si ellas logran primar, quedará abonado el campo para que aparezcan caudillos delirantes quienes con su sola presencia desvirtuarán el sentido democrático de los movimientos sociales emergentes.


También es necesario hacer notar que ningún movimiento irrumpe en estado virginal en la escena pública. Por lo general arrastran consigo sedimentos que vienen del propio pasado que intentan cuestionar. Uno de esos sedimentos es la violencia, en la que cada cierto tiempo recaen los así llamados “nuevos actores”. Los “indignados” españoles han sabido mantener, hasta ahora, la calma. No así los “indignados” griegos, lo que en cierto modo es explicable, pues la crisis del país ha tocado el órgano más sensible del ser humano, que no está en el corazón ni en los pulmones, pero sí en los bolsillos. En el caso chileno, la violencia, y no sólo la policial, es muy frecuente, y ya parece formar parte de la (in)cultura política de la nación.


Tampoco hay que desestimar los peligros que provienen desde el exterior del movimiento, sobre todo desde las izquierdas fracasadas. Comunistas, “socialistas del siglo XXl”, castristas y otros talibanes de similar catadura, estarán siempre prestos a instrumentalizar cualquier movimiento que surja al exterior de ellos, a traspasarles sus alucinadas visiones, y a darles algún sentido “global” –es decir, irreal- a las movilizaciones sociales y políticas.


En fin, por ahora no hay ningún motivo para esperar que de los nuevos movimientos sociales aparezca “otro mundo posible”, ni que de la barriga del mundo antiguo surja un mundo nuevo (cursilería de Galeano) o alguna redención planetaria, o la realización de alguna utopía meta-histórica. Esa es la razón por la cual POLIS, así como otras publicaciones similares, se limitará a hacerles un seguimiento, manteniendo una necesaria distancia crítica, una amistosa desconfianza, y no albergando más esperanzas que las del día siguiente. Al fin y al cabo, ya venimos de vuelta.


http://polisfmires.blogspot.com/
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Entre el abismo y el disparate



Hace algún tiempo Raúl Castro públicamente admitió que si en Cuba no se hacían cambios el sistema caería al abismo. Ahora otro anciano dirigente, Alfredo Guevara, da su versión de la realidad nacional. Dice que en Cuba se vive un disparate. Aclara que en el país se vive un disparate en transición hacia el socialismo.


No hay por qué dudar de la opinión de ninguno de los dos. Raúl tenía razón. Como no se han hecho los cambios, el país se encuentra ya en el abismo. Guevara parece más optimista, aunque se contradiga. Dice que se vive un disparate en transición a otro disparate, el socialismo.


Cuando las cosas andan mal, las dictaduras por lo general culpan a un enemigo. Eso hizo Fidel Castro durante medio siglo acusando a los Estados Unidos y al “bloqueo” por los fracasos que él y el socialismo habían traído al país. La excusa perdió tanta validez que ni Raúl Castro ni Alfredo Guevara la utilizan.


Raúl, a su manera, responsabiliza al pueblo y al sistema. Guevara apunta a la burocracia como la fuente de los males. Dice que: “El crimen más grande que podemos cometer es aceptar que la ignorancia ocupe cargos … y hay demasiada ignorancia en nuestro Estado todavía”. Por esta razón Guevara afirma que hay que “destruir este aparataje descomunal que ha decomisado la sociedad”.


Las declaraciones de ambos (Alfredo y Raúl) culpan a alguien aunque no lo mencionen. El responsable del desastre que vive la Cuba actual es resultado de medio siglo de locuras del "Comandante en Jefe": Fidel Castro.


Alfredo y Raúl han querido lavarse las manos antes de encaminarse al cementerio; pero estos dos “perestroikos” han sido cómplices de la caída al abismo y del disparate.


Nota:
Copiamos algunos comentarios que publicó Cubadebate en cuya pagina se publicaron las declaraciones de Alfredo Guevara dos meses después de haberlas dado. La entrevista que se puso en la página central fue inmediatamente relegada a un lugar menos visible. Este es el enlace: http://www.cubadebate.cu/opinion/2011/06/22/en-los-propositos-de-la-revolucion-encontraremos-el-rostro-verdadero-de-cuba/


gothicprince dijo:

"Completamente de acuerdo con lo escrito por el compañero Guevara. Es una pena que no publiquen sus artículos en la prensa nacional; ese es el tipo de pensamiento que Cuba necesita en este momento histórico de cambios".

adrian dijo:

"Muy importante estos encuentros. Aunque se que varios especialistas y pensadores cubanos, tanto de la cultura, como de la economia, han comenzando desde hace un tiempo a desarrollar estos encuentros, e incluso en otros años ya se hacían, sería necesario que se grabaran y se enviaran a otras instituciones de educacion en nuestro país.."


Carol dijo:

"Gracias a Cubadebate por permitirnos leer esta entrevista-encuentro. A Alfredo Guevara nosé qué decirle.El calificativo para describrirlo no lo encuentro.Son tantas cualidades, la mayoría conocidas desde antes (inteligencia, honestidad, sabiduría y muchas más)solo le agregaré una:juventud. Ese es el joven que necesitamos, tenga la edad que tenga.
Gracias
Es increible cuanto puede ayudarnos a entenderlo todo con su pensamiento elevado pero nutrido de la sabia que emanan sus pies siempre sobre la tierra".

julio pérez dijo:

"Excelente comparecencia. Alfredo Guevara siempre ha estado en la vanguardia dela intelectualidad revolucionaria cubana. Ojalá todo lo que él dice se canalice rápidamente por el bien de nuestra amada Revolución. Ojalá esto lo lea mucha gente. Hace falta".


MVP dijo:

"Me parece muy bueno, tremendo el articulo. Hay que romper el silencio en nuestro pais y decir lo que esta bien y lo que esta mal, y lo que este mal cambiarlo y lo que este bien mejorarlo para que no pase con muchas cosas aqui que de un dia para el otro en vez de mejorar empeoran. El 6to congreso del partido con todos sus acuerdos y lineamientos trazados trajo una luz de esperanza a todo el pueblo cubano que reclama a gritos un cambio en en la situacion economica y social de este pais. Una luz que en vez de agrandarse veo que se ha ido disminuyendo a medida que pasa el tiempo pq no se habla nada de lo que se esta haciendo y pienso a mi modesto entender que a pesar del corto tiempo muchas cosas se podian haber echo ya. Ya no se trata del bloqueo ni de todas esas cosas detras de las cuales nos hemos escondido siempre. Esta partida o la ganamos o la perdemos nosotros".




Art
ículo de Cubaencuentro

Alfredo Guevara: Cuba vive transición del “disparate” al socialismo (Agencias – Cubaencuentro)

La Habana | 23/06/2011

“El crimen más grande que podemos cometer es aceptar que la ignorancia ocupe cargos (…) Y hay demasiada ignorancia en nuestro Estado todavía”, dijo el funcionario



El intelectual Alfredo Guevara considera que Cuba vive una “transición del disparate” hacia el socialismo con las reformas impulsadas por el presidente Raúl Castro, que buscan “desestatizar” y “desburocratizar” al país, reportó la AFP.

“Es la transición del disparate hacia una sociedad socialista (…) Si de veras logramos desburocratizar y desestatizar”, señaló Guevara, de 85 años, durante un encuentro con universitarios que reseñó el portal oficialista Cubadebate.

Guevara advirtió que la situación no va a cambiar “mientras todo lo administre una burocracia disparatada e ineficiente”, por lo que hay que “destruir este aparataje descomunal que ha decomisado la sociedad”.

“El crimen más grande que podemos cometer es aceptar que la ignorancia ocupe cargos (…) tenga poder sobre los demás. Y hay demasiada ignorancia en nuestro Estado todavía”, destacó el fundador y presidente por varios años del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC).

“Todas mis esperanzas, la verdad, están en que la desestatización y la desburocratización de la sociedad cubana, conduzca a una sociedad en que la creatividad de las personas se desencadene y sea tomada en cuenta seriamente”, indicó Guevara.

El funcionario pidió “no condenar” el trabajo privado como si fuera capitalismo, al defender la apertura de negocios que incluye el plan de reformas impulsadas por Raúl Castro.

“No creo que se trate de odiar el Estado (…) se trata de darle la fisonomía que realmente debía de tener, y no esto, es que el Estado es todo, el bodeguero de la esquina (…) que te roba un poco de los productos y te los vende por atrás”, señaló Guevara.

El actual presidente del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana alabó la experiencia reformista de Vietnam y reconoció que los “errores” del ultracentralizado modelo cubano de corte soviético obliga a la población a vivir del mercado negro.

“Yo creo que ninguno puede levantar la mano, declararse libre de pecado, si dice que no ha participado en alguna acción ilegal”, reconoció.

Consideró “imprescindible” preparar el relevo del generación que ha gobernado a Cuba durante 52 años, encabezada por el líder Fidel Castro y Raúl.

“Sería una locura no hacerlo, porque es que nos vamos a morir (…) ¿Qué puede durar quien tiene 80 años? (pero) ha sido bueno que los restos, los sobrevivientes de la primera generación sean los que estén proponiendo esta transformación de la sociedad”, opinó.

Guevara cree que “en lo más alto de la cúpula del poder hoy día, no priman ideas dogmáticas”, pero durante años la formación de dirigentes “estudiaba el marxismo como marxismo-leninismo, como catecismo estalinista”.
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El eje Caracas-La Habana


Por Fernando Berrocal Soto (Exministro de Seguridad Pública de Costa Rica)


De joven profesional, tuve el honor de trabajar cuatro años en Venezuela como funcionario internacional, durante la así llamada IV República: la de Acción Democrática y COPEI (la de los social demócratas y los demócratas cristianos). No es que no existieran problemas, y muy graves, en aquella Venezuela con el petróleo a menos de $10 por barril, que fundaron don Rómulo, Jóvito y Caldera y que desarrollaron los gobiernos de Leoni, Carlos Andrés, Luis Herrera y Lusinchi.


Por supuesto que los había, pero aquella Venezuela vivía en democracia y en libertad, respetando el Estado de derecho y la división e independencia entre los poderes del Estado y miles de jóvenes venezolanos hacían sus posgrados universitarios en las mejores universidades del mundo, por medio de las becas Gran Mariscal de Ayacucho.


Locura populista.Se necesitó de un descomunal esfuerzo de locura y demagogia populista y de un ingreso petrolero de más de $900.000 millones –una cifra que cuesta materializar en el cerebro por su magnitud– generada por los altos precios del petróleo a más de $100 por barril, en los últimos diez años, para llevar a este extraordinario e inmensamente rico país hermano, la República Bolivariana de Venezuela del presente, la del teniente coronel Hugo Chávez y su socialismo del siglo XXI, a los niveles de profunda crisis política y de postración institucional, económica y social en que se encuentra, entregada de pies y cabeza a los grupos terroristas árabes e iraníes más peligrosos del planeta y dominada por la Revolución cubana de los hermanos Castro.


El saldo negativo de esta década de Revolución Bolivariana, se expresa en cifras y hechos duros y alarmantes como las siguientes: Venezuela es el país con uno de los más altos niveles de criminalidad en el mundo –19.133 asesinatos en el 2009 y 17.600 en el año 2010–, y Caracas, en otro tiempo una de las capitales más bellas y seguras de América Latina, convertida en una de las ciudades más peligrosas del continente.


A su vez, la República Bolivariana de Venezuela, controlada por no menos de 30.000 cubanos castristas que dominan los centros superiores de inteligencia e información policial y de seguridad militar, las aduanas, los correos, los aeropuertos y las fronteras, en medio de un faltante social de más de dos millones y medio de viviendas populares y los abastos y mercados sin arroz, ni caraotas, ni masa, ni aceite, ni leche, y las ciudades del interior con apagones de días enteros y hasta de tres días sin electricidad, como sucedió hace una semana en Maracaibo.


La capacidad previa de producción industrial y agrícola totalmente destruidas y una diáspora humana que se ha llevado hacia otras tierras al mejor talento venezolano. Un recule histórico y económico sin precedentes que ubica la inflación en niveles superiores al 27% oficial (el más alto de la región), el endeudamiento externo en el orden de los $73.000 millones y las reservas de petróleo comprometidas por ventas futuras pagadas por adelantado y gastadas, a manos llenas, en un monumental y demagógico despilfarro chavista, sin límites ni controles. ¿En qué se utilizaron los inmensos recursos petroleros de los últimos 10 años?


Para remate y bochorno histórico de la memoria del Libertador Simón Bolívar y de los héroes de la independencia de España, a raíz de la operación quirúrgica a que ha sido sometido en la Habana el presidente Hugo Chávez, la Asamblea Nacional en Caracas, dominada por los diputados oficialistas, autorizó por mayoría de votos que, mientras dure su convalecencia médica, el jefe de la Revolución Bolivariana y del socialismos del siglo XXI pueda seguir gobernando a su país, tranquilamente, desde Cuba. ¡La entrega total del Gobierno venezolano al Gobierno cubano, sin máscaras ni sonrojos ni problemas menores e insignificantes de soberanía y dignidad nacional!


Pero es más: a su llegada a la Habana y antes de que se le descubriera su absceso pélvico, el teniente coronel firmó con su homólogo Raúl Castro, un “convenio histórico”, para la fundación de la Academia Militar Bolivariana, financiada por supuesto con recursos petroleros venezolanos, con el objetivo estratégico de desarrollar una doctrina militar revolucionaria común y capacitar a los oficiales de los Ejércitos nacionales de los países miembros del ALBA: Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y dos islas del Caribe.


Precaución. Cuidado, Costa Rica. Ya una vez y no hace mucho tiempo –esto es historia patria– los asesores cubanos en Managua, dirigidos por el entonces famoso general Ochoa, le recomendaron al Gobierno sandinista internacionalizar el conflicto interno de ese país por el lado del río San Juan e intervenir militarmente el territorio nacional.


El presidente Luis Alberto Monge tuvo que acudir en el año 1984 al Gobierno democrático de Venezuela y, en cuestión de horas, desde Caracas volaron aviones militares artillados de ese país que hicieron entender a los sandinistas que Costa Rica no estaba sola si se concretaba esa intervención militar por Guanacaste o San Carlos.


Más de 25 años después, la ecuación es absolutamente a la inversa y a nadie le debe caber la menor duda de qué forma el eje La Habana- Caracas reaccionaría si a Daniel Ortega le pasaran de nuevo, por su cabeza, malas ideas como las que trató de poner en ejecución en aquel entonces y que afortunadamente disuadieron los aviones venezolanos.


Los hechos recientes de isla Calero son demasiado evidentes. No es solamente un problema territorial. Es un problema de geopolítica y de ideologías contrapuestas, como parte de la división entre los países democráticos y los nuevos y viejos autoritarismos de América Latina.

Publicado por La Nación, Costa Rica
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Las maravillas del Granma



Por Luis Bernal Lumpuy


Cuando se ha vivido en una sociedad libre, y se sabe lo que es la libertad de prensa, el estrangulamiento de los medios informativos resulta algo así como un homicidio social. Viví la niñez y el principio de la adolescencia rodeado de periódicos. En mi casa no estábamos suscritos a ninguno; pero Juan, un vecino del barrio, se ganaba la vida recogiendo periódicos viejos y vendiéndolos a los negocios para usarlos como envoltura de algunas mercancías. Mi padre le compraba algunos de esos
periódicos para envolver viandas, y yo aprovechaba para leerlos.


Cuba, un país de apenas seis millones de habitantes en 1958, había alcanzado en medio siglo de república un desarrollo notable de los medios de comunicación. Había varias revistas semanales, como Bohemia, Carteles, Romances y Novedades, entre otras. Teníamos periódicos diarios de tirada nacional como Prensa Libre, El País, El Crisol, Excelsior, El Mundo y Diario de la Marina. Mi favorito, tal vez por mi edad en aquella época, era el semanario humorístico Zig Zag, y sigo considerándolo como lo mejor de su género que se haya publicado en la América hispana.


Lo ocurrido en Cuba a partir de 1959 fue como si hubieran apagado la luz y nos dejaran a oscuras. Perdimos contacto con la información veraz, y nos enterábamos sólo de lo que nos permitían los censores. No podíamos imaginarnos que esa larga noche de absoluto control informativo iba a durar más de cinco décadas. Nunca en el mundo occidental se ha experimentado algo semejante, ni ha habido tanto silencio ante tamaña violación de los derechos ciudadanos.


Bohemia se convirtió en una revista de propaganda de la tiranía militar. Primero los periódicos Hoy y Revolución, y luego el periódico Granma, se encargaron de informar a diario acerca de las maravillas ocurridas en el paraíso obrero del Caribe. Con el tiempo, hasta los menos ilustrados se dieron cuenta de que todo lo que se escribía en sus páginas era mentira o una distorsión de la realidad.


Finalmente se descubrió que la falta de valor intelectual del Granma estaba compensada con un uso práctico común. Al desaparecer de las tiendas el papel sanitario y hasta el papel de cartucho, el pueblo echó manos del órgano informativo del Partido Comunista para resolver un problema higiénico después de efectuar una necesidad fisiológica de primer orden, a pesar de los inconvenientes de la tinta de imprenta y de la pésima calidad del papel.


En el periódico Granma se afirmaba que en los Estados Unidos los perros se comían a los negros. Varias décadas después, estando ya en los Estados Unidos, me enteré de que al fin en Cuba llegaron a la integración racial por excelencia: los blancos y los negros se comen hasta los perros.


El periódico Granma era como las obras literarias clásicas. Sus noticias nunca perdían actualidad. Uno podía leer un ejemplar de 1965 en 1980, y creía que estaba leyendo el periódico del día. Siempre decía lo mismo: las metas de la siembra de caña, el sobrecumplimiento en la norma de millones de pares de zapatos fabricados, las vacas que daban leche como si fueran lacteoductos, los médicos que se producían en serie como si fueran automóviles, la recogida de botellas y de información por parte de los comités de defensa, y la siempre vigilante mirada del Gran Hermano, del «comandante en jefe», en todas las páginas.


Me llamaba la atención el hecho de que las fotografías de los presidentes norteamericanos que publicaba el Granma eran las tomadas en su peor momento. No tenían paz ni con los republicanos ni con los demócratas. Nixon, cuya equis escribían como la suástica nazi, aparecía con cara de perro, y a Kennedy le ponían orejas de mulo. Sin embargo, los jerarcas de las antiguas dictaduras comunistas del este de Europa aparecían sonrientes, y no tenían nada que envidiarles a las estampas de San Francisco de Asís. En sus páginas se «occidentalizaban» las fotos de los dirigentes comunistas chinos y vietnamitas, y hasta se veía elegante la toalla con la que Arafat se envolvía la cabeza.


Eran las maravillas del Granma, el libelo propagandístico, injurioso y difamatorio de un régimen totalitario, con un estilo diarreico propio del señor feudal del Caribe, cuya diarrea verbal ha sido notoria a lo largo de más de medio siglo.



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En defensa de Obama


El debate de los candidatos republicanos a la nominación de su partido, el lunes 14 de junio, fue interesante. Todos demostraron que son políticos hábiles e inteligentes. Discutieron por dos horas. No creo que hubiera un minuto de aburrimiento. Los temas principales fueron el gran problema del desempleo y la inmensa deuda del gobierno federal. Según todos, el culpable es el presidente Obama.

Pero hubo un asunto que debe haber causado preocupación a mucha gente. La acusación de Ron Paul a Barak Obama de haber intervenido en Libia. Argumentó que en Libia los Estados Unidos no tenían ningún interés estratégico. Lo mismo había afirmado el entonces Secretario de Defensa Robert Gates cuando se discutía si se intervenía o no en defensa de los civiles de esa nación.

En aquellas circunstancias el senador republicano John McCain y el senador Joe Lieberman (independiente) apoyaron la participación de los Estados Unidos en Libia. Obama se decidió por la intervención. Susan Price, la embajadora de los Estados Unidos en la ONU, pudo concertar una coalición en el Consejo de Seguridad que le dio el visto bueno a un esfuerzo multilateral para defender militarmente a los libios.

En un periodo preelectoral en los Estados Unidos lo prudente habría sido que Obama siguiera las recomendaciones su Secretario de Defensa. No hacerlo era arriesgarse a sufrir un daño político. Una guerra se sabe cuándo comienza pero nunca cómo ni cuándo termina. Por solo esta razón la decisión de Obama fue muy valiente; pero además fue inteligente.

Contrario a los argumentos de Robert Gates y del precandidato que ayer expresó la misma opinión, la guerra en Libia es importante para los Estados Unidos. Ante una ola de rebeldía de jóvenes árabes que quiere vivir en libertad, la solidaridad de los Estados Unidos es de importancia estratégica.

La derrota del extremismo musulmán en el siglo XXI será el producto de la transformación de esas sociedades. En esa guerra contra el terrorismo las nuevas generaciones árabes son los mejores aliados de Occidente. El terrorismo es producto de la desesperación y el adoctrinamiento fanático. Este prospera mejor en las dictaduras que frustran a los jóvenes por su corrupción y violencia. Dictaduras que en muchos casos han sido aliadas de los Estados Unidos.

El apoyo de los Estados Unidos a las revueltas populares por la libertad es la mejor garantía contra el terrorismo. Riesgos los hay. Cuando las protestas en Egipto estaban en su apogeo había voces que alegaban que el país sería controlado por los musulmanes radicales. No ha sido así. Tampoco tiene que serlo en el caso de Libia. Pero en cualquier eventualidad, es mejor tener a la mayor parte de la juventud árabe admirando a los Estados Unidos por su solidaridad moral, política y armada, que odiándola por su pasado o por su indiferencia.
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El miedo y la libertad


Concluí el artículo anterior “Cuba y la revuelta popular” con este comentario: “En lugar de argumentar que el pueblo tiene miedo, ayudémoslo a darse cuenta de que ya no lo tiene que tener”. Es una recomendación a quienes creen que el sistema ha degradado a los cubanos. Que por el miedo ya Cuba no tiene salvación.

¿Qué es el miedo?

El miedo es parte del mecanismo de preservación. Ante el peligro nos obliga a reaccionar: Huimos o enfrentamos la amenaza. La respuesta puede ser instantánea o meditada, depende de las circunstancias.

Hay dos reacciones extremas: la de los individuos que casi siempre afrontan el peligro sin considerar demasiado las consecuencias, y la de los que huyen en cualquier circunstancia. La mayoría de las personas no están situadas en ninguno de esos extremos.

El temor no es el factor que paraliza a un pueblo ante la opresión. Aun sintiendo temor a perder la vida, a ser heridos o a terminar en prisión, millones de personas han luchado por sus libertades y derechos, incluso a veces por los de otros pueblos.

Recientemente hemos visto varias veces a los rebeldes libios huir en forma desordenada ante la amenaza o un ataque de las tropas de Gadafi Luego regresan a combatir. El miedo ha estado presente en la huida, pero aun con temor, han regresado a luchar.

En Siria todas las semanas salen manifestaciones a desafiar a la tiranía de Bashar Asad. El pueblo sabe que unos cuantos morirán. A veces huyen, pero superan el miedo y vuelven a la carga.

¿Qué los motiva a vencer el temor e insistir en la oposición y el enfrentamiento?

Es una especie de fe. Un sentimiento de pertenencia y destino. Una convicción en la victoria final, en la razón de su causa, en la dignidad personal, en sentir que tienen un papel histórico. Que su gente confía en ellos, que los admira, que son parte de un todo. Cada persona ha tomado una decisión, consciente o subconsciente, meditada o emocional. Han superado el temor.

Así se han escrito, se escriben y se seguirán escribiendo las páginas más heroicas de la historia universal. Hombres y mujeres comunes que han actuado con valor y espíritu de sacrificio ejemplares. A veces inspirados por un líder o unidos por un mártir. A veces por un ideal. El sentimiento de impotencia se pierde, el freno estalla y el caudal de energía resultante es arrollador. Este tipo de manifestación no es exclusiva de ningún pueblo, es un resultado de circunstancias.

En Cuba el pueblo tiene miedo pero la dictadura también. Por eso han dedicado y dedican amplios recursos a la represión. Temen que en algún momento la población pueda creer que hay un mañana mejor.

La tiranía ha llegado al extremo de amenazar al pueblo, en forma reiterada y pública, de que hará cualquier cosa por no dejarse tomar las calles. Con esa amenaza admite el peligro de que un grupo pueda tomarlas y la población se les sume.

No es que la solución del problema cubano sea tomar las calles, sino que la dictadura, lejos de descartar esa opción, la tiene muy presente.

En Cuba una dictadura vencida está aflojando para que la población no estalle. Cuando un número suficiente de cubanos acumule la masa crítica necesaria para desbordar el status quo, el castillo de naipes se desplomará como pasó en la URSS.

En Cuba, como en otras partes, lo importante no es el temor o la ausencia de él, sino la fe en la Nueva República. La fe en la nación.

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“Siempre que EEUU muestra debilidad, o hace una concesión, Cuba responde con un acto hostil”

Frank Calzón

Los funcionarios cubanos se quejan de que el presidente Obama continúa aplicando políticas radicales dirigidas a debilitar el Gobierno socialista.

Frank Calzón tiene un punto de vista totalmente diferente.

Piensa que la decisión de Obama de suavizar las restricciones a los viajes y al envío de remesas a Cuba en abril de 2009, y luego de nuevo en enero, solo ha servido para prolongar la vida del Gobierno socialista.

“No creo para nada que la política estadounidense sea agresiva”, dice Calzón, vicedirector del Centro para una Cuba Libre, con sede en Washington.

“El Presidente se ha esforzado mucho para permitirle a los cubanoamericanos que viajen a Cuba” y que envíen dinero a la Isla, declaró Calzón.

“Pero siento decir que esos esfuerzos del Presidente probablemente sean interpretados, por ciertas figuras clave en La Habana, como una debilidad”.

Y siempre que EEUU muestra debilidad, o hace una concesión, Cuba responde con un acto hostil, el último de los cuales ha sido el encarcelamiento de Alan Gross, dijo Calzón.

“Supongo que el Presidente percibe ese encarcelamiento como una bofetada después de haber hecho tanto para intentar llegar a un arreglo. El Gobierno cubano no entiende lo que significa llegar a un acuerdo. El Gobierno cubano piensa que es todo o nada; todo para ellos y nada para los demás”.

Calzón declaró que EEUU debe estar dispuesto a asumir una postura más fuerte, como el escolar que se defiende de otros alumnos abusones que intentan arrebatarle su merienda.

“Si dejas que te la quiten, tendrás que entregarla todos los días. Esa lección… es algo que los diplomáticos estadounidenses deben tomarse muy en serio”.

“Castro entiende la fuerza y creo que la Administración debe actuar con mayor dureza respecto al régimen”. ¿Su recomendación? Cuando a alguien como la bloguera cubana Yoani Sánchez le niegan el permiso para viajar a EEUU, las autoridades norteamericanas deberían negarle la entrada a “esa gente que al Gobierno cubano le gustaría enviar a EEUU a echar pestes de este país.”

Con el tiempo, Calzón señaló, Estados Unidos se hará de un listado de cientos de cubanos que esperan el permiso para viajar al país para asistir a conferencias y eventos artísticos.

“Por qué los músicos cubanos, básicamente músicos del Gobierno cubano, pueden venir a cantar y bailar a Nueva York, mientras un estadounidense permanece en las prisiones cubanas?”, preguntó.

“En un momento dado, cuando Fidel Castro entienda que hay 2.500 de estas personas que no pueden viajar a EEUU, puede que decida que vale la pena permitirle al Sr. Gross regresar a casa.”
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Cuba y la revuelta popular

Activistas del CID protestan en el Malecón de La Haban, julio 13 2010


Nadie debería sorprenderse porque la mayoría del pueblo en Cuba no se une a las protestas públicas escenificadas por opositores. Aunque muchos quisieran creer que sí, el pueblo cubano no está listo todavía para reclamar sus derechos. En lugar de acusarlo de cobardía debemos entender su situación y ayudarlo a salir de ella.

La protesta popular es siempre una opción, pero una opción del pueblo y aunque en nuestro caso no se puede descartar ninguna estrategia para el cambio, es probable que este siga sucediendo dentro del marco de referencia del mundo socialista al que Cuba perteneció, y cuya desintegración no fue el producto de rebeliones populares.

Es comprensible entender el entusiasmo de muchos cubanos exiliados ante la ola de revoluciones en los países árabes. Estas han cautivado la imaginación y la preocupación de una buena parte del mundo. Parecería que en Cuba el camino de las protestas debía ser inevitable; sin embargo, las manifestaciones populares son consecuencia de circunstancias particulares en cada país.

Hay cubanos que creen que una rebelión popular en la isla es inminente. Otros argumentan que en Cuba no hay nada que hacer porque los cubanos están llenos de miedo. Que Cuba ya no tiene salvación. Al centrar su tesis en el temor, los pesimistas apuntan al comportamiento de los cubanos desconociendo las circunstancias que lo determinan.

Excluyen de su argumentación que la conducta humana es el resultado de muchos factores. Si éstos varían, el comportamiento puede cambiar. Una revuelta popular en Cuba ha sido imposible hasta ahora por la forma en que los cubanos perciben su realidad. Si las condiciones cambian y sus percepciones cambian, la revuelta puede producirse.

El pueblo cubano bajo el castrismo no siempre ha sido el mismo. Hace pocos años no tenía valor para hacer críticas al régimen, hoy lo hace casi públicamente. Ahora la gente tiene una opinión diferente sobre las fortalezas y debilidades de la dictadura. Hay cada vez mas reproches públicos de individuos que ayer apoyaban al sistema. Mañana el pueblo podría convencerse de que puede actuar en defensa de sus derechos.

Los exiliados tenemos una percepción de la realidad cubana diferente a la de nuestros compatriotas en la isla. Nosotros vemos al régimen castrista aislado internacionalmente, en la quiebra y dirigido por un grupo de erráticos octogenarios.

La mayoría del pueblo cubano no tiene acceso a las noticias de Cuba que nosotros recibimos constantemente. A veces nos enteramos de sucesos en una ciudad en Cuba que la mayoría de sus propios vecinos desconoce. El pueblo cubano puede sentir y ver muchas cosas, reales o imaginarias, que nosotros no tenemos en cuenta.

Es admirable que la oposición interna se lance a las calles a retar al régimen. Ellos no esperan que el pueblo se les una. Están poniendo a la tiranía en aprietos, obligándola a la represión para exponer sus abusos ante el mundo. También van ganándole espacios y ayudando a la gente a entender que el miedo se puede perder.

Hace más de treinta años, cuando mi padre salió de la cárcel nos dijo que teníamos por delante una guerra ideológica. La Voz del CID fue la respuesta. Esa batalla está ganada, hoy tenemos por delante un reto diferente. En lugar de argumentar que el pueblo tiene miedo, ayudémoslo a darse cuenta de que ya no lo tiene que tener.




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