CUBA: EL HAMBRE COMO ESTRATEGIA DE CONTROL
La opinión generalizada es que la ineptitud del régimen castrista ha llevado a la población al hambre. En este artículo se argumenta lo contrario.
Se han ido de Cuba un millón de personas en los últimos 36 meses, solo a Estados Unidos han llegado 850.000, los demás están por todas partes. El 18% de la población ha salido del país en menos de tres años. Como en el pasado, ha sido el régimen el encargado de abrir la válvula de escape. Sin embargo, la magnitud y la forma en que se ha provocado este reciente éxodo sugieren que la dictadura está utilizando métodos extremos para obligar la salida de los cubanos con pretensiones de una vida mejor y también la emigración de los exfuncionarios y ex simpatizantes del castrismo que hoy están descontentos. Para sacarlos del país han provocado el hambre, la falta de agua, de electricidad y el caos en el servicio de salud.
Según la Oficina Nacional de Estadísticas del gobierno, solo entre 2021 y 2022 emigraron de Cuba 12.000 médicos, 7000 enfermeros y 4000 odontólogos.
¿Cuál es el propósito?
Que se vayan los cubanos que pueden pagar su salida de Cuba, es decir el porcentaje de la población que tienen los recursos para vivir un poco mejor en Cuba o se los envían del exterior. Que se queden los que no pueden salir para reducirlos a la obediencia haciéndolos pasar hambre hasta que se rindan.
Los militares quieren que los que se queden se adapten para que atiendan a los turistas que llegarán a disfrutar de los hoteles, las playas, la música y el sexo con los esclavos. Por eso no hay comida, ni medicinas ni servicios para el pueblo, pero se sigue invirtiendo en hoteles.
Dominar brutalmente a los que queden no es nada nuevo, lo hizo Stalin, Hitler, Mao y unos cuantos más. Por eso la desnutrición, los enfermos y los moribundos andan de la mano por los campos y los pueblos de nuestro país.
No es por casualidad, es a propósito. En Cuba las personas mayores de 65 años exceden el 22% de la población y este porcentaje continúa creciendo, para el régimen estas personas son lastre y no hay ayuda social para ellos.
Cuba será el país-hotel para que los felices turistas, que serán los verdaderos ciudadanos, mantengan con su dinero al crimen organizado, uniformado y armado, cuyo único aporte histórico será convertir a nuestro país en un burdel mundial. Por eso se han invertido billones de dólares en nuevos hoteles, renovación y proyectos turísticos. El sistema de salud y la producción de alimentos se mejorarán cuando convenga. Entonces no faltará ni la electricidad que hoy es el pan de cada día en todo el país.
De acuerdo a los datos de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONEI) del régimen a junio de 2024 el gobierno había dedicado el 40% de sus inversiones a actividades relacionadas con el turismo, mientras que la inversión en Salud y Asistencia Social fue 14 veces inferior. La inversión en agricultura, ganadería y silvicultura ha sido reducida a un 2.5% de un 8.1% hace diez años.
Los economistas tradicionales apuntan a los “errores” del gobierno e indican lo que hay que hacer para que la economía mejore. La dictadura sabe lo que está haciendo, lo ha planeado deliberadamente. El negocio es el turismo. Hay que sacar a la gente descontenta y quedarse con los que no pueden salir, estos últimos serán doblegados cueste lo que cueste.
A lo largo de la historia las dictaduras han utilizado el hambre o la escasez de alimentos como herramienta para controlar a sus poblaciones. Esta táctica a menudo consiste en retener alimentos, controlar los suministros o crear condiciones de hambruna a través de la mala gestión económica, con el objetivo de mantener el poder, suprimir la oposición o desmantelar la cohesión social. Por ejemplo:
Entre 1932-1933 José Stalin forzó la colectivización en Ucrania, lo que llevó a una hambruna artificial conocida como Holodomor, que resultó en millones de muertes por hambre. Fue un acto de represión política contra los ucranianos para suprimir la resistencia a la colectivización y aplastar el nacionalismo ucraniano.
El Gran Salto Adelante: Entre 1958-1962 las políticas económicas de Mao y la colectivización forzada provocaron una hambruna generalizada, dejando a millones de campesinos sin sustento. Esta hambruna causó entre 15 y 45 millones de muertes. Así se impusieron políticas radicales y suprimió la disidencia a través de la dependencia en el estado.
Corea del Norte, en los años 90 y principios de los 2000 bajo Kim Il-sung y luego Kim Jong-il, se experimentó grave escasez de alimentos y hambrunas, especialmente durante la Marcha Ardua en los años 90. El régimen controló estrictamente la distribución de alimentos, determinando el acceso a las raciones según la lealtad al gobierno.
El Plan del Hambre en la Alemania Nazi bajo Adolfo Hitler durante la Segunda Guerra Mundial tuvo el fin de despoblar áreas para el asentamiento alemán y debilitar la resistencia en las regiones ocupadas. El objetivo fue matar de hambre a millones de eslavos en Europa del Este y la Unión Soviética para liberar recursos para los ciudadanos alemanes. Las muertes fueron masivas.
Fue la misma estrategia de El Terror Rojo y la Hambruna en la Etiopía de Mengistu Haile Mariam de 1974 a 1991, la de Robert Mugabe en Zimbabue en la década de los 2000. En Camboya de 1975 a 1979 el régimen del Jemer Rojo reubicó a millones de personas en áreas rurales. Se estima que entre 1.5 y 2 millones de personas murieron de hambre y agotamiento.
En Cuba el castrismo está utilizando la escasez de comida, medicinas, servicios de salud, alimentos, agua y electricidad para consolidar el poder, suprimir la oposición y ejercer control. Por eso se facilita la salida masiva de descontentos, se mantiene pasando hambre y sin servicios de salud a los que quedan y se invierte el mayor porcentaje de los recursos en la industria turística para que españoles, europeos, canadienses y cubanoamericanos viajen a nuestro país a divertirse.
Huber Matos Araluce
San José, Costa Rica
Octubre de 2024
0 comentarios:
Publicar un comentario