Dilma Rousseff ¿Juicio político o impeachment?
Manifestación en Brasil pidiendo el
impeachment de la presidente
Con frecuencia se
lee y se escucha en los medios de comunicación sobre el juicio político a
Dilma Rousseff, dando la impresión de que la presidente brasileña es víctima de
una acusación política. Lo cierto es que Dilma Rouseff ha sido acusada de
manipulación fiscal en el 2014 y 2015 porque violó normas fiscales,
maquillando el déficit presupuestal y de esta forma dando la impresión de que
la gestión de su gobierno fue mejor de lo que realmente había sido. Esto
sucedió previo a las elecciones de octubre de 2014 en que ella fue reelecta por
un estrecho margen del 51.6% de los votos.
Hélio Bicudo fue uno
de los tres juristas que recomendaron al Congreso la acusación contra la
presidente. Días después de formular la
denuncia, Bicudo dijo a BBC
Mundo que la presidente había cometido una serie de actos "en el
sentido de violar la legislación respecto a la salud fiscal del país, dando la
impresión de que todo estaba bien". Bicudo fue fundador del Partido
de los Trabajadores, el partido de la presidente. El Partido del Movimiento Democrático
Brasileño (PMDB), el más importante aliado de la coalición que la llevó al
poder, también le retiró su apoyo como lo ha hecho la mayoría de la población.
La comisión de
diputados que analizó el pedido de "impeachment" se pronunció a favor
de abrir el proceso contra Rousseff, porque los hechos denunciados
contribuyeron a "una crisis fiscal sin precedentes". Redactado
por el diputado Jovair Arantes y aprobado en la comisión, el informe sostiene
que la denuncia apunta a una "usurpación" de la prerrogativa del
Congreso de autorizar gastos públicos. "Tales actos revelan serios
indicios de gravísimos y sistemáticos atentados a la Constitución".
Independiente del
contexto político en que se ventilan los cargos y de otros posibles delitos atribuibles
a Dilma Roussef, de los cuales no ha sido acusada hasta el momento, a ella se
le ha acusado de violaciones a las leyes, no de estar más o menos a la
izquierda en el espectro ideológico. Presentar
el proceso como un juicio político es dar la impresión de que la presidente es
víctima inocente de una maniobra. Impeachment y no juicio político es la
palabra apropiada para caracterizar el proceso contra Dilma Rouseff. Este
es un término de origen legal anglosajón:
Cito: “El Artículo Primero
de la Constitución de Estados Unidos garantiza que los altos funcionarios
puedan ser procesados por mandato de la Cámara de Representantes a causa de
delitos graves, a excepción de los miembros del legislativo (sin imposición de
sanciones penales). Al igual que en el modelo británico, una vez que el
Congreso abre el proceso, es el Senado quien se encarga de llevar a cabo el
juicio. Para condenar al acusado son necesarias las dos terceras partes de los
votos de los senadores. Este eventual castigo consiste en la destitución del
acusado y su inhabilitación para desempeñar otros cargos públicos”. “En
Estados Unidos, de catorce procesos de impeachment iniciados a nivel federal,
sólo cuatro acabaron con una resolución condenatoria. Sólo dos presidentes han
sido juzgados mediante este procedimiento, Bill Clinton (1998-1999) y Andrew
Johnson (1868), y los dos fueron absueltos. Richard Nixon interrumpió el
proceso al dimitir de su cargo en 1974 tras la aprobación de su impeachment”.
Dilma Rousseff
comenzó su primer periodo presidencial con el 77% de apoyo que ha descendido hoy
hasta el 10%. En otras palabras la mayoría de los brasileños la
repudia. El escándalo de corrupción de Petrobras la salpica porque Dilma
Rousseff presidió el
Consejo de Administración de Petrobrás entre 2003 y 2010, cuando se aprobaron y
ejecutaron algunas de las operaciones de corrupción más escandalosas del
caso. Su situación política empeoró por su burdo intento en marzo pasado
de hacer jefe de su gabinete al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva para
salvarlo de una investigación por corrupción. Proteger a un sospechoso de
corrupción no te hace un corrupto pero te convierte en su cómplice. Brasil
se encuentra en recesión entre otras razones porque ella no tomó a tiempo
medidas preventivas. Dilma Rousseff nunca debió tratar de encubrir a Lula, ni
manipular las finanzas del gobierno ni darse el lujo de ignorar la corrupción sistemática
en Petrobrás.
Por Huber Matos A.
Patria, Pueblo y Libertad
Recomiendo leer el artículo
de BBC
Mundo
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