Los cubanos: de héroes a villanos
Por años y por miles pasaron los cubanos por Costa Rica sin que a este país le costara un centavo mantenerlos durante las horas o días que aquí se quedaban. Por el contrario en su recorrido dejaban parte de los miles de dólares que costaba su travesía a los Estados Unidos. Los menos, los que ya habían agotado sus recursos, pedían ayuda a la ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados) mientras trabajaban para continuar su peligroso viaje hasta la frontera de Estados Unidos y México.
Todos se dieron cuenta que en Costa Rica no se abusaba de ellos como en otros países, donde eran víctimas de coyotes, de policías inescrupulosos y de bandoleros, pero pagaban y continuaban su camino. También miles de centroamericanos los ayudaron en su travesía. Entre los “coyotes” estaban costarricenses que los esperaban en la terminal de autobuses y les ofrecian sus servicios de transporte para trasladarlos esa misma noche a la frontera con Nicaragua. Nadie obligaba a nadie, negociaban el precio –siempre altísimo- y los cubanos se montaban tensos, pensando siempre en la trampa, pero con la esperanza de que no gastarían más dinero en Costa Rica porque de madrugada los esperaba otros en Nicaragua exigiendo parte de la tajada.
La inmensa mayoría de esos cubanos hoy viven y trabajan honradamente en los Estados Unidos.
Entonces el gobierno de Costa Rica comenzó a perseguir a los coyotes para que no explotaran a los cubanos y el de Nicaragua –un aliado de la dictadura castrista- les cerró la frontera. Cuando Costa Rica cerró definitivamente sus fronteras, estos seres humanos desesperados quedaron atrapados en Panamá, viviendo en condiciones precarias y sin saber cuál será su suerte. Siempre, siempre temen una deportación a Cuba, el lugar de donde huyeron porque vivían asfixiados, sin libertad, explotados como esclavos y sin futuro.
Ahora en su desesperación han actuado con imprudencia tratando de entrar por la fuerza en territorio costarricense como una vez intentaron entrar al de Nicaragua. Hubiera sido mejor para ellos, para los que están atrapados en otros países y para los que en Cuba quieren salir, que nadie hubiera tratado de ayudarlos porque en realidad lo que ha sucedido es que la vía de escape se sigue cerrando y los cubanos no tendrán otra alternativa que lanzarse al estrecho de la Florida a desafiar las tormentas, el hambre, la sed y los tiburones.
Pero resulta que ahora el culpable de todo esto es el gobierno de los Estados Unidos, el que les brinda a los cubanos que huyen, la oportunidad de trabajar y les da un estatus legal. Ahora hay que atacar a los americanos como los responsables de esta tragedia humana, en lugar de que los gobiernos de Latinoamérica le exijan a la dictadura castrista el respeto a los derechos humanos, porque si estos se respetaran en la Isla, no habrían huido de allí millones, ni habrían millones de cubanos soñado con escapar del “paraíso socialista” donde la mayoría de los trabajadores gana un “salario” de menos de 20 dólares al mes.
Por Huber Matos A.
Por Huber Matos A.
Patria, Pueblo y Libertad
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