Para el comunismo y para el capitalismo el fin justifica los medios
Cuando se trata de ganancias al capitalismo no le importan los atropellos y asesinatos que cometa una dictadura y si las utilidades son buenas no tiene ningún escrúpulo en asociarse. En otras palabras tanto para el comunismo como para el capitalismo el fin justifica los medios. Hay sus excepciones, pero eso son: exactamente excepciones. Esperemos que ese capitalismo inhumano que predomina hoy se transforme para el bien de la humanidad. Lo que está pasando en Cuba y Venezuela nos brinda una oportunidad.
Resulta que Goldman Sachs, una de la empresa de inversiones más grandes de los Estados Unidos, acaba de comprarle bonos a la narco dictadura venezolana por $865 millones de dólares. Esto es un respiro que le permitirá a ese régimen en crisis tener más recursos para reprimir a los venezolanos que se juegan la vida día a día en la calles luchando por la democracia.
El negocio de Goldman Sachs está en que comprando esos bonos a un 31% de su valor nominal, podrá exigirle a un futuro gobierno democrático de Venezuela el 100% de lo que dice la dictadura que valen, o sea $2800 millones de dólares. Esto es un robo premeditado al pueblo venezolano. Como estos compromisos se hacen con el estado venezolano y no con la dictadura, el próximo gobierno de Venezuela tendrá que honrarlo o arriesgarse a que nadie en la comunidad financiera internacional le preste un centavo, así de sencillo.
Algo parecido viene sucediendo en Cuba. El castrismo, que está bordeando el abismo desde hace rato, como aceptó públicamente Raúl Casto en diciembre de 2010, decidió que su salvación estaba en abrirle las puertas al capitalismo. Por esta razón llevan años asociándose con empresas transnacionales para explotar los mejores negocios de Cuba, que también implica explotar a los trabajadores y a los campesinos cubanos quienes viven en la miseria o muy cerca de ella.
Los capitalistas demagógicamente argumentan que el desarrollo económico lleva directo a la libertad, lo contrario es la verdad. La historia lo ha demostrado, son las naciones con seguridad jurídica y libertad las que han progresado siempre. La Rusia y la China capitalista de nuestros tiempos son tenebrosas dictaduras que asesinan periodistas y opositores, y donde se violan los derechos humanos en forma sistemática.
A fin de cuentas, para los capitalistas como Goldman Sachs, Venezuela es una oportunidad porque un futuro gobierno democrático tendrá que pagar lo que hoy compra a la narco dictadura a precio de oferta y para los capitalistas que invierten en Cuba, la Isla es el lugar donde conviene invertir a precio de oferta también, sus negocios rinden ganancias ahora y mañana creen que tendrán en sus manos la economía del país. Este esquema en que el fin justifica los medios para bandoleros de un lado y del otro tiene que acabar. ¿Por qué no empezar en Venezuela y en Cuba? Hay que castigar a los cómplices.
Por Huber Matos Araluce, San José, Costa Rica, mayo 30, 2017.