Maduro no es chavista, es castrista
Maduro siempre se ha presentado con una máscara chavista pero él es castrista. A la hora de obedecer y decidir, su lealtad está en La Habana. Hay evidencias para afirmarlo pero la última es irrebatible: la decisión de liquidar el más importante legado de Hugo Chávez - la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela - adoptada el 15 de diciembre de 1999 mediante un referéndum popular.
Esa constitución garantiza elecciones regionales y presidenciales, entre otros derechos, como el de manifestarse en las calles. La narco dictadura ha pospuesto las elecciones y no se ha podido hacer mucho al respecto, pero le ha sido imposible frenar las protestas populares y estas tienen en crisis al régimen que Maduro preside. Por esta razón él, su camarilla y Raúl Castro, están empecinados en borrar del mapa la constitución de Chávez.
Si tiene duda sobre la decisión de Raúl Castro, lea sus declaraciones del 6 de marzo pasado en la XIV cumbre de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América (ALBA) que se celebró en Caracas, allí advirtió: "En Venezuela se libra hoy la batalla decisiva por la soberanía, la emancipación, la integración, y el desarrollo de nuestra América". Es decir la batalla decisiva de toda América y por supuesto, en especial, la de su dictadura en Cuba.
Descartar la actual constitución es una decisión equivocada por varias razones. En su intento por desmantelar la herencia constitucional de Chávez, Maduro ha creado un frente de oposición en el sector de la población aun leal al chavismo, que aunque es minoritario es de este grupo del que proviene su único respaldo popular.
En este nuevo frente están incluidos miles de militares y de funcionarios públicos, como es el caso de la Fiscal General Luisa Ortega. Si antes de llamar a esta constituyente Maduro confrontaba a la oposición organizada y la mayoría de los venezolanos lo rechazaba, ahora también se enfrenta a los chavistas que no están de acuerdo con el procedimiento inconstitucional de convocar a una constituyente que va a barrer con el legado intelectual de Hugo Chávez. Además, esta ruptura le da la oportunidad de apartarse a los chavistas que quieren desligarse del régimen actual, sin que los puedan acusar de pasarse al bando de la oposición.
En este nuevo frente están incluidos miles de militares y de funcionarios públicos, como es el caso de la Fiscal General Luisa Ortega. Si antes de llamar a esta constituyente Maduro confrontaba a la oposición organizada y la mayoría de los venezolanos lo rechazaba, ahora también se enfrenta a los chavistas que no están de acuerdo con el procedimiento inconstitucional de convocar a una constituyente que va a barrer con el legado intelectual de Hugo Chávez. Además, esta ruptura le da la oportunidad de apartarse a los chavistas que quieren desligarse del régimen actual, sin que los puedan acusar de pasarse al bando de la oposición.
Con este paso radical y desesperado con el que piensan que van a evitar su final, el castrismo y Maduro lo están acelerando. Tratando de liquidar la constitución vigente le han facilitado a los chavistas descontentos un espacio ideológico, político y moral hacia el cual pueden migrar. Así, al enfrentar a Maduro, tienen la oportunidad de ganarse el derecho a seguir viviendo en una Venezuela post castrista sin cargar con las responsabilidad de un régimen represivo y corrupto que dilapidó una fortuna, arruinó al país y asesinó a hombres, mujeres y niños.
¿Por qué Maduro y su grupo actúan de esta forma? Porque cuando el miedo y la soberbia se juntan es fácil equivocarse. Sin la subvención petrolera de Venezuela la dictadura en la Isla difícilmente podrá sobrevivir. Pero si lo hiciera, Cuba quedará mucho peor de lo que ya está y el impacto de la caída de la dictadura venezolana puede ser un ejemplo tentador para el pueblo cubano. Además, los narcotraficantes y los corruptos que se han enriquecido al amparo de los gobiernos de Chávez y Maduro, difícilmente encontrarán un lugar seguro para vivir, a menos que decidan irse a Irán, a Rusia, o a China, donde ni ellos como fugitivos tendrán garantías aseguradas.
¿Entonces por qué la constituyente? Primero, porque no valoraron la reacción adversa en el sector chavista “auténtico”. Segundo, porque ellos creen que invitando a la minoría chavista a respaldar una nueva constitución tendrán su apoyo incondicional. Esta nueva constitución será a una declaración de guerra total contra quienes se les opongan y por esta razón necesitan el respaldo popular que les queda.
Los castristas en Venezuela y en Cuba han llegado a la conclusión de Raúl Castro: “En Venezuela se libra hoy la batalla decisiva…” y por eso están dando los pasos para aniquilar a la oposición aunque tengan que asesinar a miles de personas en las calles y ciudades de Venezuela. Ese será su error final y fatal.
Huber Matos Araluce, junio 16 2017, San José, Costa Rica
1 comentarios:
Cuba es libre desde el 1ero de enero de 1959, y los jovenes estamos consiente de ello,
23 de junio de 2017, 20:04lo que tengamos que mejorar lo haremos nosotros los jovenes.
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