PUTIN EN APUROS Y LO QUE LE VIENE ENCIMA ES SERIO
El sanguinario atentado en Moscú donde hasta ahora se conoce que murieron más de 130 personas aparentemente demuestra que la seguridad interna del régimen de Putin no anda nada bien. Hecho que debilita la imagen de su campaña política en la pasada farsa electoral de que él era el único que podía garantizar la seguridad en Rusia. El atentado, que el grupo terrorista ISIS se atribuyó, se realizó a pesar de que los Estados Unidos le advirtió con suficiente tiempo a Rusia la probabilidad de un ataque así. *
Si a esto sumamos los ataques de Ucrania con drones y cohetes al territorio ruso, incluyendo a la flota en el Mar Negro, refinerías de petróleo y las incursiones militares de unidades de soldados rusos enemigos de Putin, parece que ya Rusia no es un territorio desde el cual Putin podía hacerle la guerra a Ucrania con absoluta impunidad.
Parejo a estas desfavorables circunstancias para Putin, la capacidad de Ucrania aumentará con la llegada de los aviones F16 y más armamento avanzado y convencional, como suficiente munición para sus piezas de artillería y carros de combate incluyendo tanques etc. Esta afirmación descansa en la hipótesis de que Ucrania recibirá ayuda de la OTAN, incluyendo de los Estados Unidos.
Ante este panorama Putin, seguramente en su desesperación ante la indomable Ucrania, ya tiene su respuesta. Rusia oficialmente ha dejado de llamar a la invasión a Ucrania una operación especial y ahora lo define como una guerra, señal de que contra Ucrania Rusia aumentará la ferocidad. Putin tendrá la excusa para lanzar sobre Ucrania una despiadada ofensiva contra la población y la infraestructura civil incluyendo la planta nuclear de Zaporiyia en Ucrania.
Si el apoyo a Ucrania se concreta este país podrá mejorar la protección de su territorio, mantener sus tropas a lo largo de las zonas de combate actuales o incluso atacar a las fuerzas rusas dejando a Crimea sin posibilidades de refuerzo, panorama en el cual Ucrania podría intentar tomar la península.
Esto representaría para Putin un dilema estratégico de mayor importancia. ¿Qué hará ante una posible pérdida de Crimea? ¿Cómo reaccionará si se ve obligado a retirar sus tropas hacia la frontera de Rusia?
Aunque hasta ahora la doctrina soviética sobre el uso de armamento nuclear está condicionada con precisión a una amenaza estratégica existencial, como ante un ataque nuclear o un ataque convencional de mayor escala, Putin podría insistir que un fracaso ante Ucrania es una amenaza existencial para Rusia. Ante esta situación, la OTAN y los Estados Unidos tendrán que decidir si aceptan el reto y amenazan a Rusia con una respuesta convencional avasalladora. La OTAN parece estar preparándose para ese posible escenario.
Si no se decide a usar armas nucleares contra Ucrania por temor a la respuesta de la OTAN, Putin tiene la alternativa de provocar un ataque a algunos de los países de la OTAN con el fin de justificar sus fracasos ante el pueblo y las fuerzas armadas rusas.
No es fácil hacer conclusiones en estas circunstancias y las que se presenten, Putin va hacia una encrucijada y ninguno de los caminos parece muy prometedor. El aparato militar considerado el segundo en el mundo ha perdido más de 300.000 hombres en una guerra contra un país con limitados recursos y limitada ayuda de sus aliados. Putin se ha convertido en paria en un mundo donde se codeaba como un igual entre los líderes de las democracias. Putin está en apuros y lo que le viene encima es serio.
* Kyrylo Budanov, el jefe del GUR del Ministerio de Defensa de Ucrania, afirmó que Rusia estaba al tanto de la preparación de un ataque terrorista en su territorio, ya desde el 15 de febrero de 2024. Hablando en el Tercer Foro Internacional sobre Comunicaciones Estratégicas, Budanov declaró que la información de inteligencia sobre los preparativos pasó por el grupo en Siria a Moscú, desacreditando cualquier afirmación de sorpresa. Budanov resaltó que Rusia conocía los orígenes de los grupos combatientes y sus rutas hacia el estado agresor.
Él delineó posibles motivos detrás de las acciones de Rusia, sugiriendo que o bien orquestaron el evento para eliminar a funcionarios de alto rango o subestimaron su magnitud, con la intención de culpar a Ucrania. Budanov criticó al Kremlin por cambiar las narrativas sobre el incidente cerca de la "Ciudad Crocus" de Moscú, intentando vincular a Ucrania con el ataque terrorista.
Aunque condenando los actos terroristas contra civiles, Budanov enfatizó que no respalda tales acciones, incluso contra adversarios. Budanov además resaltó el objetivo de Rusia de crear un caos controlado, pero señaló el fracaso de cualquier organización para gestionar el caos eficazmente, enfatizando la imprevisibilidad de tales acciones. Fuente: CNBC y United24Media
Estas declaraciones coinciden con la opinión de Garry Kasparov en un artículo publicado en el WSJ “Moscow Attack: Don’t Believe the Kremlin” (El ataque en Moscú: No crean al Kremlin). Kasparov sostiene que el ataque le servía a Putin: “Poco después de la farsa de elecciones, el ataque le dio al dictador Vladimir Putin, un grito de guerra un día después que el Kremlin declara por primera vez que Rusia estaba en “un estado de guerra” con Ucrania.
Huber Matos Araluce
San José, Costa Rica