martes, 8 de julio de 2025

PUTIN CAYÓ EN EL PLAN DE TRUMP


Cómo una maniobra política, un rechazo predecible y un ataque calculado reforzaron la ayuda a Ucrania

Por Huber Matos Araluce – San José, Costa Rica

 


En medios informativos se ha afirmado y especulado sobre el abandono de Trump a Ucrania, basándose en una información del Pentágono en que no se transferiría a Ucrania armamento que ya se encontraba en Polonia destinado a ese país, equipos que habían sido autorizados durante el gobierno de Biden. Mi opinión es que eso fue parte de un plan de Trump, y trato de explicarlo así:


I. La decisión estaba tomada: la ayuda a Ucrania ya se movía

Antes de cualquier llamada o reunión pública, Donald Trump ya había activado el apoyo defensivo a Ucrania. Prueba de ello fue el anuncio oficial del gobierno israelí el 27 de junio de 2025: el embajador Michael Brodsky confirmó que Israel había transferido un sistema de defensa aérea Patriot a Ucrania. Brodsky es el actual embajador extraordinario y plenipotenciario del Estado de Israel en Ucrania.

Este sistema —originalmente suministrado por EE.UU. durante la Guerra del Golfo— solo puede ser transferido con autorización presidencial directa, lo que significa que Trump ya había dado luz verde a la operación antes de reunirse con Volodímir Zelensky o hablar con Vladimir Putin.

No solo eso: Israel también transfirió 90 misiles interceptores al Pentágono, que fueron reacondicionados y enviados a Ucrania vía Polonia.


II. La maniobra de la “pausa”: parte de una trama política cuidadosamente diseñada

Pocos días después, se anunció públicamente que la ayuda militar estadounidense estaba suspendida temporalmente para su revisión. Esto incluyó interceptores Patriot, municiones para HIMARS y misiles antiaéreos. Muchos interpretaron esto como una concesión a Rusia o una presión sobre Ucrania.

Pero esa lectura ignora el contexto: Trump ya había comenzado a enviar armamento a Ucrania a través de Israel. No podía haber una contradicción entre una “suspensión total” y un canal ya aprobado.

La “pausa” fue, en realidad, una maniobra táctica diseñada para cumplir varios objetivos internos y externos:

  • Presionar al Congreso y a su propia base política.

  • Provocar reacción pública favorable a Ucrania.

  • Exponer al Pentágono como instrumento de ejecución, no como centro de decisión.

  • Y, sobre todo, preparar el escenario para confrontar a Putin desde una posición de autoridad moral.


III. La llamada con Putin: el rechazo que Trump esperaba

Trump habló con Vladimir Putin esperando —muy probablemente— que el líder ruso rechazara cualquier propuesta de tregua o de salida negociada. Ya lo había anticipado semanas antes, cuando declaró que “Putin lo quiere todo”.

Y así ocurrió: la conversación fue, en sus propias palabras, “decepcionante”. No hubo avances, ni señales de compromiso.

Pero Trump no fue sorprendido. Todo indica que lo tenía previsto: que el rechazo ruso activaría la siguiente fase de su plan.


IV. El ataque ruso: confirmación del guion

Un día después de la llamada, Putin lanzó el mayor ataque aéreo sobre Ucrania desde el inicio de la guerra, con drones Shahed, misiles balísticos y cruceros sobre Kiev y otras ciudades.

Ucrania, equipada con defensa occidental, logró interceptar la mayoría.

Putin sabía que ese ataque no cambiaría el mapa. Su objetivo era simbólico y político.

Pero, lejos de debilitar la posición de Trump, el ataque ruso confirmó que el presidente estadounidense tenía razón: que Putin no busca paz, solo sumisión.


V. Trump da el siguiente paso: el respaldo se vuelve oficial

Tras el bombardeo, Trump se reúne con el primer ministro Netanyahu en la Casa Blanca y declara refiriéndose a Ucrania:

“Tienen que poder defenderse. Vamos a tener que enviar más armas.”

Ya no hay pausa, ni ambigüedad. La ayuda a Ucrania continúa.

Pero este anuncio no fue improvisado. Fue la culminación de un proceso que el mismo Trump diseñó:

  • Autorizó el envío indirecto.

  • Fingió pausa para provocar reacción.

  • Esperó (y recibió) el rechazo ruso.

  • Trump respondió resignado, como si no le quedara otra opción.

Zelensky, que ya sabía esto, no expresó preocupación. Dijo que la reunión con Trump fue “la más productiva de todas”.


Conclusión: Trump no fue empujado; ejecutó su plan paso a paso

La narrativa no es que Trump fue forzado a ayudar a Ucrania tras una agresión.

Es que Trump ya había decidido ayudar, y construyó la secuencia para reforzar el respaldo público, exponer a Putin y controlar la narrativa interna.

Putin no rompió un plan. Cayó en él.

Trump ahora aparece:

  • Como quien intentó una salida razonable.

  • Como quien no cedió ante el Kremlin.

  • Como el líder que tomó la decisión correcta, sin traicionar a su base ni a sus aliados

    🇬🇧 PUTIN FELL INTO TRUMP'S PLAN

    How a political maneuver, a predictable rejection, and a calculated attack reinforced aid to Ukraine
    By Huber Matos Araluce – San José, Costa Rica


    In the media, it has been claimed and speculated that Trump abandoned Ukraine, based on a statement from the Pentagon indicating that U.S. weapons already stationed in Poland would not be delivered to Ukraine. These were arms authorized during Biden’s administration. My view is that this was part of Trump’s plan, and I try to explain it here:


    I. The decision had already been made: aid to Ukraine was moving

    Even before any call or public meeting, Donald Trump had already activated defensive support for Ukraine. Proof of this came from the official Israeli announcement on June 27, 2025: Ambassador Michael Brodsky confirmed that Israel had transferred a Patriot air defense system to Ukraine. Brodsky is the current Ambassador Extraordinary and Plenipotentiary of Israel to Ukraine.

    This system —originally supplied by the U.S. during the Gulf War— can only be transferred with direct presidential authorization, meaning Trump had already approved the operation before meeting with Volodymyr Zelensky or speaking with Vladimir Putin.

    Moreover, Israel also transferred 90 interceptor missiles to the Pentagon, which were refurbished and sent to Ukraine via Poland.


    II. The "pause" maneuver: part of a carefully designed political plot

    A few days later, it was publicly announced that U.S. military aid was temporarily suspended for review. This included Patriot interceptors, HIMARS munitions, and anti-aircraft missiles. Many interpreted this as a concession to Russia or pressure on Ukraine.

    But that interpretation ignores the context: Trump had already begun sending arms to Ukraine through Israel. There could be no contradiction between a “total suspension” and a pre-approved channel.

    The “pause” was, in reality, a tactical maneuver designed to serve several domestic and international purposes:

    • Pressure Congress and his political base.

    • Generate public sympathy for Ukraine.

    • Show the Pentagon as an executor, not a decision-maker.

    • And most importantly, set the stage to confront Putin from a position of moral authority.


    III. The call with Putin: the rejection Trump expected

    Trump spoke with Vladimir Putin likely expecting the Russian leader to reject any truce or negotiated settlement. He had already anticipated it weeks earlier, declaring that “Putin wants it all.”

    And that’s what happened: the conversation was, in Trump’s words, “disappointing.” There was no progress or sign of compromise.

    But Trump was not surprised. All indications suggest he foresaw this: the Russian rejection would trigger the next phase of his plan.


    IV. The Russian attack: confirmation of the script

    A day after the call, Putin launched the largest airstrike on Ukraine since the beginning of the war, using Shahed drones, ballistic missiles, and cruise missiles over Kyiv and other cities.

    Ukraine, equipped with Western defenses, intercepted most of them.

    Putin knew the attack wouldn’t change the battlefield. Its objective was symbolic and political.

    But far from weakening Trump’s position, the Russian attack confirmed he was right: Putin does not seek peace, only submission.


    V. Trump takes the next step: the support becomes official

    After the bombing, Trump met with Prime Minister Netanyahu at the White House and stated regarding Ukraine:

    “They need to be able to defend themselves. We’re going to have to send more weapons.”

    There was no more pause, no ambiguity. Aid to Ukraine would continue.

    But this was not an improvised announcement. It was the culmination of a process Trump himself had designed:

    • He authorized indirect delivery.

    • Faked a pause to provoke reaction.

    • Waited for (and received) the Russian rejection.

    • Responded as if he had no other choice.

    Zelensky, who was already aware, showed no concern. He said the meeting with Trump was “the most productive of all.”


    Conclusion: Trump wasn’t pushed; he executed his plan step by step

    The story is not that Trump was forced to help Ukraine after a Russian attack.

    It’s that Trump had already decided to help, and built the sequence to strengthen public support, expose Putin, and control the internal narrative.

    Putin didn’t break a plan. He walked right into it.

    Trump now appears:

    • As someone who attempted a reasonable solution.

    • As someone who didn’t yield to the Kremlin.

    • As the leader who made the right call, without betraying his base or his allies.

      🇫🇷 POUTINE EST TOMBÉ DANS LE PLAN DE TRUMP

      Comment une manœuvre politique, un rejet prévisible et une attaque calculée ont renforcé l’aide à l’Ukraine
      Par Huber Matos Araluce – San José, Costa Rica


      Dans les médias, certains ont affirmé et spéculé que Trump avait abandonné l’Ukraine, s’appuyant sur une déclaration du Pentagone selon laquelle des armes américaines déjà stationnées en Pologne ne seraient pas transférées à l’Ukraine. Ces équipements avaient été autorisés sous l’administration Biden. Mon opinion est que cela faisait partie d’un plan de Trump, et j’essaie de l’expliquer ainsi :


      I. La décision était déjà prise : l’aide à l’Ukraine était en mouvement

      Avant tout appel ou rencontre officielle, Donald Trump avait déjà activé le soutien défensif à l’Ukraine. La preuve en est l’annonce officielle du gouvernement israélien le 27 juin 2025 : l’ambassadeur Michael Brodsky a confirmé qu’Israël avait transféré un système de défense aérienne Patriot à l’Ukraine. Brodsky est l’actuel ambassadeur extraordinaire et plénipotentiaire d’Israël en Ukraine.

      Ce système —initialement fourni par les États-Unis lors de la guerre du Golfe— ne peut être transféré qu’avec une autorisation présidentielle directe, ce qui signifie que Trump avait déjà donné son feu vert avant toute réunion avec Volodymyr Zelensky ou tout appel à Vladimir Poutine.

      De plus, Israël a transféré 90 missiles intercepteurs au Pentagone, qui ont été révisés puis envoyés en Ukraine via la Pologne.


      II. La manœuvre de « pause » : une stratégie politique soigneusement élaborée

      Quelques jours plus tard, il a été annoncé publiquement que l’aide militaire américaine était temporairement suspendue pour révision. Cela incluait les intercepteurs Patriot, les munitions HIMARS et les missiles antiaériens. Beaucoup y ont vu une concession à la Russie ou une pression sur l’Ukraine.

      Mais cette lecture ignore le contexte : Trump avait déjà commencé à envoyer des armes à l’Ukraine par l’intermédiaire d’Israël. Il ne pouvait pas y avoir contradiction entre une « suspension totale » et un canal déjà autorisé.

      La « pause » était en réalité une manœuvre tactique visant plusieurs objectifs :

      • Faire pression sur le Congrès et sa propre base.

      • Susciter une réaction publique favorable à l’Ukraine.

      • Montrer que le Pentagone exécute mais ne décide pas.

      • Et surtout, préparer le terrain pour confronter Poutine avec autorité morale.


      III. L’appel avec Poutine : le rejet que Trump attendait

      Trump a parlé à Vladimir Poutine en s’attendant très probablement à ce que le dirigeant russe rejette toute proposition de trêve ou de négociation. Il l’avait déjà anticipé en déclarant que « Poutine veut tout ».

      Et c’est exactement ce qui s’est passé : la conversation a été, selon Trump, « décevante ». Aucun progrès, aucun compromis.

      Mais Trump n’a pas été surpris. Tout indique qu’il l’avait prévu : le rejet russe déclencherait la phase suivante de son plan.


      IV. L’attaque russe : confirmation du scénario

      Le lendemain de l’appel, Poutine a lancé la plus grande attaque aérienne contre l’Ukraine depuis le début de la guerre, avec drones Shahed, missiles balistiques et de croisière sur Kiev et d’autres villes.

      L’Ukraine, équipée de défenses occidentales, a intercepté la majorité des projectiles.

      Poutine savait que cette attaque ne changerait rien au front. Son objectif était symbolique et politique.

      Mais loin d’affaiblir la position de Trump, l’attaque a confirmé qu’il avait raison : Poutine ne veut pas la paix, il veut la soumission.


      V. Trump passe à l’étape suivante : le soutien devient officiel

      Après le bombardement, Trump a rencontré le Premier ministre Netanyahu à la Maison Blanche et a déclaré, à propos de l’Ukraine :

      « Ils doivent pouvoir se défendre. Nous allons devoir leur envoyer plus d’armes. »

      Il n’y avait plus de pause, plus d’ambiguïté. L’aide allait continuer.

      Mais cette déclaration n’était pas improvisée. Elle marquait l’aboutissement d’un processus conçu par Trump lui-même :

      • Il a autorisé un envoi indirect.

      • Il a simulé une pause pour provoquer une réaction.

      • Il a attendu (et obtenu) le rejet russe.

      • Il a réagi comme s’il n’avait pas d’autre choix.

      Zelensky, déjà informé, n’a montré aucune inquiétude. Il a déclaré que la réunion avec Trump avait été « la plus productive de toutes ».


      Conclusion : Trump n’a pas été poussé ; il a exécuté son plan étape par étape

      La vraie histoire n’est pas que Trump a été forcé d’aider l’Ukraine après une agression russe.

      C’est que Trump avait déjà décidé d’aider, et a construit une séquence pour renforcer le soutien public, exposer Poutine et contrôler la narration interne.

      Poutine n’a pas déjoué un plan. Il y est tombé.

      Trump apparaît désormais :

      • Comme celui qui a tenté une sortie raisonnable.

      • Comme celui qui n’a pas cédé au Kremlin.

      • Comme le leader qui a pris la bonne décision, sans trahir sa base ni ses alliés.

        🇮🇹 PUTIN È CADUTO NEL PIANO DI TRUMP

        Come una manovra politica, un rifiuto prevedibile e un attacco calcolato hanno rafforzato l’aiuto all’Ucraina
        Di Huber Matos Araluce – San José, Costa Rica


        Sui media si è affermato e speculato che Trump abbia abbandonato l’Ucraina, basandosi su un’informazione del Pentagono secondo cui non sarebbe stato trasferito a Kiev l’armamento già presente in Polonia, autorizzato durante l’amministrazione Biden. Secondo me, tutto ciò faceva parte di un piano di Trump, e cerco di spiegarlo così:


        I. La decisione era già stata presa: l’aiuto all’Ucraina era in movimento

        Prima di qualsiasi telefonata o incontro pubblico, Donald Trump aveva già attivato il sostegno difensivo all’Ucraina. Lo prova l’annuncio ufficiale del governo israeliano del 27 giugno 2025: l’ambasciatore Michael Brodsky ha confermato che Israele aveva trasferito un sistema di difesa aerea Patriot all’Ucraina. Brodsky è l’ambasciatore straordinario e plenipotenziario di Israele in Ucraina.

        Questo sistema —originariamente fornito dagli Stati Uniti durante la Guerra del Golfo— può essere trasferito solo con autorizzazione presidenziale diretta, il che significa che Trump aveva già approvato l’operazione prima di incontrare Volodymyr Zelensky o parlare con Vladimir Putin.

        Inoltre, Israele ha trasferito 90 missili intercettori al Pentagono, che sono stati revisionati e inviati in Ucraina attraverso la Polonia.


        II. La “pausa”: parte di un piano politico attentamente orchestrato

        Pochi giorni dopo, è stato annunciato pubblicamente che l’aiuto militare americano era temporaneamente sospeso per una revisione. La sospensione includeva intercettori Patriot, munizioni per HIMARS e missili antiaerei. Molti hanno interpretato ciò come una concessione alla Russia o una pressione sull’Ucraina.

        Ma questa lettura ignora il contesto: Trump aveva già iniziato a inviare armi all’Ucraina tramite Israele. Non poteva esserci contraddizione tra una “sospensione totale” e un canale già autorizzato.

        La “pausa” era in realtà una manovra tattica pensata per raggiungere diversi obiettivi interni ed esterni:

        • Fare pressione sul Congresso e sulla propria base politica.

        • Suscitare reazioni pubbliche favorevoli all’Ucraina.

        • Mostrare il Pentagono come esecutore, non come decisore.

        • E soprattutto, preparare lo scenario per affrontare Putin con autorità morale.


        III. La telefonata con Putin: il rifiuto che Trump si aspettava

        Trump ha parlato con Vladimir Putin, aspettandosi —molto probabilmente— che il leader russo respingesse qualsiasi proposta di tregua o di uscita negoziata. Lo aveva già anticipato settimane prima, dichiarando che “Putin vuole tutto”.

        E così è stato: la conversazione è stata, secondo le parole di Trump, “deludente”. Nessun progresso, nessun segnale di compromesso.

        Ma Trump non è stato colto di sorpresa. Tutto indica che l’aveva previsto: il rifiuto russo avrebbe attivato la fase successiva del suo piano.


        IV. L’attacco russo: conferma del copione

        Il giorno dopo la telefonata, Putin ha lanciato il più grande attacco aereo sull’Ucraina dall’inizio della guerra, con droni Shahed, missili balistici e da crociera contro Kiev e altre città.

        L’Ucraina, dotata di difese occidentali, ha intercettato la maggior parte degli attacchi.

        Putin sapeva che quell’attacco non avrebbe cambiato il fronte. Il suo obiettivo era simbolico e politico.

        Ma, lungi dall’indebolire la posizione di Trump, l’attacco ha confermato che il presidente americano aveva ragione: Putin non cerca la pace, ma la sottomissione.


        V. Trump compie il passo successivo: il sostegno diventa ufficiale

        Dopo il bombardamento, Trump si è incontrato con il primo ministro Netanyahu alla Casa Bianca e ha dichiarato, riferendosi all’Ucraina:

        “Devono potersi difendere. Dovremo inviare più armi.”

        Non c’è più alcuna pausa, né ambiguità. L’aiuto all’Ucraina continua.

        Ma questa dichiarazione non è stata improvvisata. È stata la conclusione di un processo che Trump aveva costruito passo dopo passo:

        • Ha autorizzato l’invio indiretto.

        • Ha simulato una pausa per provocare reazione.

        • Ha atteso (e ottenuto) il rifiuto russo.

        • Ha risposto come se non avesse altra scelta.

        Zelensky, che era già informato, non ha mostrato preoccupazione. Ha dichiarato che l’incontro con Trump è stato “il più produttivo di tutti”.


        Conclusione: Trump non è stato costretto; ha eseguito il suo piano passo dopo passo

        La narrazione non è che Trump sia stato spinto ad aiutare l’Ucraina dopo un’aggressione.

        È che Trump aveva già deciso di aiutare, e ha costruito la sequenza per rafforzare il sostegno pubblico, smascherare Putin e controllare la narrativa interna.

        Putin non ha distrutto un piano. Ci è caduto dentro.

        Trump ora appare:

        • Come colui che ha tentato una soluzione ragionevole.

        • Come colui che non si è piegato al Cremlino.

        • Come il leader che ha preso la decisione giusta, senza tradire la propria base né gli alleati.


0 comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Mensajes

ok

Follow me on Twitter

Archivo del Blog

Snap Shts

Get Free Shots from Snap.com