OBAMA ANOTA
Durante su campaña política Barack Obama ofreció flexibilizar la política de los Estados Unidos. Prometió facilitar los viajes de los cubanos a la isla y el envío de dinero a sus familiares. El aspirante a la Casa Blanca dijo que estos cubanos serian como embajadores de la libertad en la isla. Obama cumplió con quienes, por esa promesa, votaron por él.
También cumplió a medias con aquellos que esperaban un levantamiento del embargo, pues dio los primeros pasos en esa dirección. Los viajes a Cuba y las remesas representarán el ingreso de cientos de millones de dólares para la dictadura, que acaparará los dólares y confiscará el 20%.
Como Obama ha condicionado el levantamiento del embargo al respeto de los derechos humanos y a la liberación de los presos políticos, el presidente norteamericano cuenta también con la cautelosa simpatía de la mayoría de los cubanos que creen que no se debe levantar el embargo sin negociar esas concesiones.
En resumen, cumplió con los que votaron con él y hasta ahora, ha tranquilizado a quienes temían que claudicara sin condiciones. Ha sido una maniobra inteligente. El presidente Obama puede ahora conservar y cultivar este capital político.
Actuar como un equipo que ganando el juego no tiene porque arriesgarse con acciones audaces, o puede cometer el error de dejarse llevar por los grandes intereses que quieren que se acabe el embargo para ir a Cuba a competir con los de otros países capitalistas, cómplices del régimen.