sábado, 20 de septiembre de 2025

EL CASTRISMO ENTRE MOSCÚ, PEKÍN Y CARACAS: UNA ESTRATEGIA DESESPERADA

 


Por Huber Matos Araluce

San José, Costa Rica

El régimen castrista ha dejado atrás cualquier ilusión de un entendimiento con Estados Unidos que le permita, como en el modelo vietnamita, abrir la economía y mantener el control político. La política de presión de Washington, reforzada desde el regreso de Donald Trump a la presidencia, ha hecho inviable una negociación que combine legitimidad internacional, apertura al capital privado y permanencia en el poder de la cúpula castrista.

Frente a este panorama, La Habana ha optado por una estrategia desesperada: consolidar su alianza con Venezuela, Rusia y China, aunque ello suponga arriesgarse a quedar aislada de Occidente. La cúpula sabe que el desplome del régimen de Nicolás Maduro sería su sentencia de muerte política. Por eso, el mensaje de Diosdado Cabello en Caracas —“el que se mete con Cuba se mete con Venezuela y viceversa”— fue recibido y amplificado por el Partido Comunista de Cuba, en un intento de mostrar unidad de destino.


Mercenarios y Propaganda: El Brazo de Rusia en América Latina

Las revelaciones más recientes confirman que Cuba es el segundo proveedor de combatientes para Rusia en su guerra contra Ucrania, solo detrás de Corea del Norte. Según el portavoz de inteligencia militar ucraniana Andriy Yusov, “tenemos identificados al menos 20.000 cubanos reclutados por Rusia… muchos de ellos murieron sin que sus familias recibieran compensación”.

Estos reclutamientos difícilmente ocurren sin el consentimiento o la complicidad de un régimen que mantiene una de las redes de vigilancia más estrictas del planeta. La Habana contribuye así a la estrategia de Putin, a cambio de apoyo político y militar.


China: Sostén de Inteligencia y Tecnología

Pekín cumple un rol clave en esta ecuación. El ministro de las FAR, Álvaro López Miera, fue enviado a participar en el Foro de Defensa China–América Latina, donde se discutió seguridad global y cooperación militar. Durante el encuentro, el ministro chino Dong Jun afirmó que “los lazos entre China y Cuba son un modelo de solidaridad y cooperación entre países socialistas”.

En paralelo, el jefe de la seguridad estatal china, Chen Yixin, se reunió con el ministro del Interior de Cuba para mejorar el intercambio de inteligencia y “ayudar al vecino de EE.UU. a mantener la estabilidad social”, un respaldo explícito a la permanencia del castrismo.


Washington Responde y la Región se Militariza

Estados Unidos, consciente de esta convergencia, ha intensificado la presión. El jefe de la misión diplomática en La Habana, Mike Hammer, se reunió con el almirante Alvin Holsey, jefe del Comando Sur, para analizar “la situación actual en Cuba” y coordinar esfuerzos en la región.

La administración Trump ha lanzado operaciones militares contra redes de narcotráfico vinculadas a Venezuela y ha enmarcado la lucha en el Caribe como una prioridad de defensa nacional. Esto sugiere que Washington considera la alianza Caracas–La Habana–Moscú–Pekín como un bloque hostil en el hemisferio.


Una Jugada de Todo o Nada

El castrismo se ha atado al destino de Maduro, Putin y Xi Jinping. Si alguno de estos pilares falla, la capacidad de sostener el sistema se desplomará. La apuesta es desesperada: mantener el poder a cualquier costo, incluso alineándose con potencias que hoy enfrentan sanciones y aislamiento internacional.

El riesgo es enorme: si Rusia se debilita en Ucrania, si China prioriza su relación con Occidente o si Venezuela entra en un proceso de transición democrática, el castrismo podría quedarse sin aliados y sin recursos, enfrentando el desafío de su propia supervivencia con una población exhausta y en rebeldía silenciosa.


0 comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Mensajes

ok

Follow me on Twitter

Archivo del Blog

Snap Shts

Get Free Shots from Snap.com