Yoani no, turismo sí.
Uno de los objetivos más importantes de la dictadura castrista es conseguir que el Congreso estadounidense permita que los turistas norteamericanos viajen a Cuba. Esto representaría el ingreso de miles de millones de dólares. Alcanzar esto, sin hacer ninguna concesión sustancial en cuanto al respeto a los derechos humanos en Cuba, sería un doble triunfo. Primero, es un golpe contra la oposición democrática, que fortalece a la dictadura. Segundo, semejante ingreso de dólares reforzaría la débil economía castrista, alargando la pesadilla que sufre el pueblo cubano.
El argumento de que la influencia del turismo sería beneficiosa para las libertades en Cuba es una tontería indefendible. A Cuba han viajado millones de turistas canadienses, españoles y de otras nacionalidades; sin embargo el castrismo sigue siendo una violenta dictadura.
Los que defienden el derecho de los ciudadanos estadounidenses a visitar Cuba pueden alegar que la prohibición coarta sus libertades personales. Que los estadounidenses tienen el derecho a viajar a Cuba y a donde les dé la gana. Que si sus dólares caen en mano de dictadores, eso es un problema que tienen que resolver las víctimas, no los turistas.
Parece que el concepto de solidaridad humana y de responsabilidad por las consecuencias de los actos personales es algo relativo. Primero los mojitos en Tropicana y después de unos tragos, qué importan los derechos humanos de los cubanos.
En contra del argumento legal y contra la ausencia de solidaridad, la administración Obama puede alegar que el diseño de la política exterior es una prerrogativa constitucional del ejecutivo en Washington, quien tiene todo el derecho a prohibir que los americanos viajen a Cuba o a cualquier parte, si así conviene a la política en defensa de los derechos humanos. O puede callar, como hace actualmente, aparentando que ni se opone ni favorece los viajes a Cuba.
Mientras todo esto pasa, la dictadura le ha negado a Yoani Sánchez el derecho de viajar a New York para recibir en la Universidad de Columbia el prestigioso premio José María Moors Cabot 2009, por primera vez otorgado en el mundo a una periodista de la blogosfera.
Uno habría esperado que los congresistas que apoyan el turismo estadounidense a Cuba, protestaran por tan absurda negativa contra Yoani Sánchez. Una simple persona, que no pertenece a ninguna organización y que se ha dedicado exclusivamente a relatar lo que vive y lo que ve en su país.
Los congresistas, la mayoría de ellos miembros del Partido Demócrata, tienen un poder muy grande en sus manos, el poder del mucho dinero que representa el turismo de su país a Cuba. El dinero que necesita el régimen para evitar el colapso que teme. Era de esperar que en el caso de Yoani Sánchez, como en el de los presos políticos, estos congresistas protestaran contra un régimen brutal, al que están a punto de lanzarle un salvavidas.
Uno espera muchas cosas que no pasan, es el mal de los idealistas. Es el problema de quienes no entendemos que, cuando el asunto es de intereses económicos y políticos, el pragmatismo y los derechos humanos no van de la mano.
2 comentarios:
Hola Don Huber.
14 de octubre de 2009, 21:03Es cierto, cuando los intereses (principalmente los económicos) son prioridad para un estado o bien para un grupo de poder, los derechos y también los ideales (los buenos) terminan por ser un obstáculo para ellos. No.. lo que me asombra de todo esto, es que pasan los años y seguimos jugando al mismo juego, el de los intereses económicos de los políticos.
Esto es un problema para todos, no solo para los hermanos cubanos, pero ¿que se hace al respecto?, nada en realidad. Cada día el respeto al estado de derecho en todos los países se deteriora, y esto provoca decepción en las poblaciones reprimidas.
Las estrategias son para los estrategas, hasta que uno no se encuentre una vía trasparente en donde los derechos humanos sean prioridad a los derechos de las empresas o grupos políticos, no veremos un cambio sustancial para respetar la vida y los grupos sociales.
Estos cambios son paulatinos y aleatorios en la medida en que unas democracias se refuerzan y otras se debilitan. Unas más rápidas que otras.
Cuba tiene mucho que trabajar, incluso par los mismo residentes cubanos en USA que pueden albergar serios resentimientos hacia poblaciones que piensen distintos a ellos, y me estoy refiriendo a la misma gente que vive en cuba, y que piensn distinto. Hay un problema y es que nadie saber que hacer con las diferencias.
Es una lástima lo que sucede con Yoani y no poder recibir el premio que se merece, más sin embargo, el grano que ella aporto para quienes la apoyan no es suficiente. Aunque si es un ejemplo a seguir.
Bueno, no soy experto en política cubana, y ando un poco en carreras. Tal vez en otra oportunidad si me das el chance, te exponga ideas claras al respecto y podamos dialogar sobre la situación en cuba.
Ahh... te invito a mi blog, es poesía, tal vez te guste, tal vez no. Puedes indagar por ti mismo.
Saludos
hannibal
Hannibal gracias por tus comentarios. Mi telefono es el 8821 6892, cuando gustes nos tomamos un cafe. Como dices Yoany ha sembrado una semilla y sin dudas ya esta germinando. Es la semilla de la dignidad y de el amor por Cuba. Esta humilde e inteligente mujer nada mas que ha relatado lo que las agencias internacionales de noticias callaron por medio siglo, es decir la verdadera desgracia que vive el pueblo cubano y el fraude que es la revolucion castrista. En cuanto a resentimiento de cubanos de exilio a los de adentro puedo decirte que yo vivi en Miami mucho tiempo y que alli lo que hay es un gran amor y mucho sufrimiento por los compatriotas que viven adentro, saludos, Huber
15 de octubre de 2009, 19:51Publicar un comentario