Cómo intenta sobrevivir el castrismo (IV)
Dogmatismo o pragmatismo
Aunque el plan de hacer de Cuba y Venezuela un solo país con dos presidentes no despertó entusiasmo en ninguno de los dos pueblos, el castrismo y el chavismo son dos cabezas del mismo engendro[i].
Por esta razón los castristas y los chavistas[ii] ven su relación con los Estados Unidos con una única perspectiva estratégica. Cualquiera que sea la negociación –abierta o secreta- con Washington, esta tiene que fortalecer, nunca debilitar ese esfuerzo común.
Partiendo de esta visión se puede entender por qué el castrismo no ha querido negociar con el gobierno de Obama una apertura en Cuba. Igualmente Chávez se niega a tener una relación normal con los Estados Unidos –su principal socio comercial[iii]. La prioridad del castro-chavismo es consolidar su poder en Venezuela. Una vez alcanzado este objetivo, Chávez puede aumentar el oxígeno al régimen en Cuba. Este a su vez continuará ayudándole a neutralizar a las fuerzas de oposición en Venezuela. Antes de eso, una negociación entre Raúl Castro y el gobierno de Obama sería inconveniente.
Los castro-chavistas llevan meses tratando de polarizar el conflicto venezolano para justificar las acciones que les permitan arrinconar a la oposición democrática en las próximas elecciones. Por esa razón han insistido en la temática del enemigo yanqui y sus lacayos: Colombia y los golpistas venezolanos…Luis Posada y los terroristas que quieren asesinar a Chavez.
Antes de esa maniobra, un acuerdo entre el “Imperio” y el “socialismo” castrista en los términos que exige Obama –transición a la democracia- debilitaría la toma final del poder en Venezuela.
Tal transición conlleva: 1) El fin al apoyo del gobierno cubano a las fuerzas que conspiren contra la democracias en el continente; el chavismo es la más notoria y los iraníes no se quedan detrás. 2) El fin de la cooperación de futuro gobierno cubano con el narcotráfico.
Si Obama no exigiera el cumplimiento de ambas condiciones, estaría arriesgando su capital político y el del Partido Demócrata. Se puede equivocar, pero no es probable.
Como la dependencia que tiene Chávez del régimen cubano es vital, quedarse sin su apoyo antes de consolidar su poder es muy riesgoso. Un acomodo entre el castrismo y los Estados Unidos desconcertaría a una masa chavista para quienes el capitalismo es el origen de todos los males de la humanidad y el socialismo del siglo XXI es su solución. Mientras los militantes chavistas se lanzan a la conquista de ese futuro, el aliado cubano estaría regresando al pasado de la mano de los Estados Unidos.
Ese acuerdo tampoco sería bien recibido por los militares, agentes de inteligencia y represión cubanos que sirven de apoyo a Chávez, ni para sus contrapartes venezolanas.
Por eso la prioridad para el castro-chavismo es el mando total para Chávez. Después podrán negociar con los yanquis y ponerles a estos sus condiciones. ¿Ayudarlos en la lucha contra el narcotráfico? ¿Protegerles su flanco sur contra la infiltración terrorista? ¿Quién mejor que los aliados de Irán en Latinoamérica para esa misión?
¿Puede Hugo Chávez una vez consolidado en el poder, aumentar la subvención a Cuba? Sin dudas.
En algo más de una década Hugo Chávez ha recibido ingresos por más de 700,000 millones de dólares. Una suma astronómica para una nación con 28 millones de habitantes.
Venezuela tiene una de las mayores reservas energéticas del mundo. Los recientes contratos con empresas extranjeras[iv] aumentarán sustancialmente la extracción de petróleo.
Aun duplicando su actual capacidad de producción[v] – aproximadamente 3 millones de barriles diarios- Venezuela no podría ni acercarse a suplir la demanda futura del continente, estimada en más de diez millones de barriles.
Pero los países americanos no son los únicos necesitados del producto. China le ha otorgado créditos a Caracas por 20,000 millones de dólares a pagar con futuras entregas de petróleo.
Hugo Chávez es un demagogo y un terrible mal administrador. La corrupción entre sus asociados es crónica y reparte miles de millones de dólares entre sus incondicionales en Latinoamérica. La baja en los precios del petróleo lo han puesto en aprietos relativos, pero a la hora de gastar en sus Fuerzas Armadas no le tiembla la mano. Lo ha demostrado.
El castrismo es su guarda pretoriana dentro y fuera de Venezuela. A Chávez no le importará dejar de importar productos por miles de millones de dólares si el castrismo necesita recursos para su supervivencia. Llegará un momento en que en Venezuela, o no habrá encuestas de popularidad o no le importarán mucho a Hugo Chávez.
¿Puede fracasar el plan castro-chavista?
[i]“Me voy muy satisfecho porque se consolidan y avanzan las relaciones con nuestros hermanos venezolanos. Cada día somos más la misma cosa”, dijo Castro, que llegó a Caracas el 18 de abril.
[ii] En la misma ceremonia Chávez dijo que los dos países “perfectamente pudiéramos conformar en un futuro próximo una confederación de repúblicas. Una confederación: dos repúblicas en una, dos países en uno”.
[iii]
El subsecretario de Estado para América Latina señaló que la relación con Venezuela es la "más difícil que tenemos en este momento en particular" al acusar al gobierno de Hugo Chávez de no tener disposición a un diálogo. "Es una relación difícil", reiteró.
[iv] la estadounidense Chevron, el consorcio español Repsol, Provietnam, la CNPC china, los italianos de ENI y el consorcio TNK-BP.
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