Mientras OZT agonizaba
En enero de 2010 el preso político Orlando Zapata Tamayo se encontraba en su segundo mes de huelga de hambre. La tiranía le había suspendido el agua con el propósito de conducirlo a la muerte. Su madre y la oposición denunciaban la situación con desesperación. Ante tan grave circunstancia era difícil entender por qué Washington reaccionaba con tanta moderación
Ahora se ha conocido que en esos precisos momentos el gobierno de Barak Obama negociaba con la tiranía castrista un trato para administrar en conjunto una clínica en Haití. Ante la muerte premeditada del mártir cubano a finales de febrero Washington reaccionó con similar moderación.
Dos meses antes, en diciembre de 2009 la dictadura había arrestado al ingeniero estadounidense Alan Gross en La Habana. A pesar de esto, las negociaciones para el proyecto en Haití habían continuado. La información fue revelada por el periodista Damien Cave en un artículo publicado en The New York Times y en El Nuevo Herald el 15 y el 17 de septiembre de 2011.
Damien Cave señala que a pesar del arresto de Gross en diciembre de 2009 las relaciones entre el régimen castrista y el gobierno de Obama en enero de 2010 seguían siendo bastante buenas. Dice así:
“De hecho, las relaciones seguían siendo suficientemente buenas un mes más tarde para sentar las bases de lo que algunos funcionarios ven ahora como una oportunidad perdida: una clínica médica administrada de manera conjunta en Haití… Según funcionarios y ex funcionarios estadounidenses, las discusiones progresaron con suavidad a lo largo de varios meses y casi estaban completas cuando surgieron viejas susceptibilidades”.
En realidad, quien parece haber sido el obstáculo principal para materializar el acuerdo fue la dictadura. Los Castro no se dieron cuenta que el beneficio del acuerdo habría sido mayor que el perjuicio.
La alianza con Washington les hubiera servido para demostrarle al pueblo cubano que, independiente del descontento popular que había en la isla, el régimen era su representante legítimo ante los Estados Unidos. Similar mensaje habría recibido el mundo entero. El acuerdo habría representado un duro golpe a la credibilidad de la oposición democrática en la isla.
Obama parece haber estado convencido de que un convenio con el gobierno castrista para administrar en conjunto una clínica en Haití sería considerado un éxito de su nueva política exterior. Una prueba irrefutable de que el uso de la diplomacia de confrontación que habían puesto en práctica todos los presidentes estadounidenses anteriores era un error.
Durante su campaña presidencial Obama había planteado que la estrategia correcta a la hora de entenderse con una dictadura anti estadounidense era el diálogo. Concretamente en los casos de Irán y Cuba.
En el caso de Orlando Zapata Tamayo no podemos afirmar que una actitud enérgica de Washington le habría salvado la vida, pero es muy probable que hubiera sido así. El interés de un popular presidente de los Estados Unidos por la vida de un preso político en huelga de hambre habría provocado múltiples presiones al régimen castrista desde muchas capitales del mundo. Por ejemplo, el gobierno de Rodríguez Zapatero habría aprovechando la oportunidad para demostrarle su amistad a Obama.
Durante la campaña presidencial Obama había ido a Miami a pedirles a los cubanoamericanos su voto. Estaba obligado con una comunidad para la cual la vida de Orlando Zapata Tamayo era muy importante. El presidente volverá a Miami antes de las elecciones del próximo año.
Los hechos con Irán y con Cuba han demostrado que la hipótesis del dialogo con las dictaduras era ingenua. Orlando Zapata Tamayo fue asesinado y el Ingeniero Alan Gross es un rehén condenado a 15 años de prisión.
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