El retiro de la OEA es un triunfo de la oposición venezolana
El anuncio de la narco dictadura venezolana de su inminente retiro de la OEA es un importante triunfo de la oposición democrática venezolana. Esta retirada es un serio error, como lo fue el innecesario reciente golpe de estado a la Asamblea Nacional. Ahora, al grupo en el poder se le ocurrió que era más inteligente desafiar al mundo con una renuncia que arriesgarse a una expulsión, como sufrió el régimen castrista en 1962 cuando fue desterrado del organismo regional.
Esta huida es una admisión de derrota inminente, saben que se les aplicará la Carta Democrática Interamericana y que el grupo de gobiernos incondicionales que los apoya no tiene ni los votos ni la credibilidad moral para compensar cualquiera que sea la decisión de la mayoría.
El problema es que en lugar de dar la pelea hasta el último minuto e incluso después, han reconocido ante el mundo de que no tienen los argumentos ni la voluntad de enfrentar la exigencias de la comunidad democrática. Es pues, un reconocimiento de que sí, son una dictadura, sí usan la represión contra un pueblo desarmado y no, no van a celebrar elecciones de ninguna manera aunque tengan que anegar de sangre las calles de Venezuela.
El primer impacto negativo de esta decisión es contra los gobiernos que han estado votando a favor de Maduro en la OEA. Ellos se han arriesgado, incluso a un distanciamiento con Washington. Ahora su aliado en Caracas, sin previo aviso, se retira del ruedo. La narco dictadura se ha expulsado a sí misma y los deja mal parados. ¿Qué van a hacer, retirarse también?
El otro resultado perjudicial de la decisión tiene que ver con los millones de latinoamericanos simpatizantes de la izquierda demagógica que todavía tenían alguna esperanza de que las cosas se arreglaran por las buenas y de una u otra forma todo lo que se decía de la represión y la corrupción en Venezuela quedará atrás con una formula conciliatoria. Entre estos podíamos incluir al porcentaje de venezolanos que son partidarios del régimen por razones ideológicas o por fanatismo.
Al salir de la OEA en estas circunstancias el gobierno de Maduro rompe sus lazos políticos y morales con la comunidad americana y se queda con sus aliados estratégicos: Rusia, Irán, China, Corea del Norte, Hezbolá, la dictadura castrista y la mafia del narcotráfico. Los generales venezolanos y todos los que apoyen a Maduro y a su tutor Raúl Castro ya no pueden ni presentarse como bolivarianos. En el congreso de la Angostura en Panamá en 1863, Simón Bolívar advirtió: “Nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo a un mismo ciudadano en el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerle, y él a mandarlo, de donde se originan la usurpación y la tiranía”.
Ya la OEA no tiene que expulsar a ese gobierno, ni tiene necesariamente que sufrir una fractura entre sus miembros cuando exigiendo una salida electoral en Venezuela, deba aplicar algún tipo de penalidad a un régimen que se fue. Quedan en libertad los países verdaderamente comprometidos con la Carta Interamericana Democrática de formar un grupo que apoye a la oposición democrática venezolana con lo que haga falta para evitar que su país caiga en las tinieblas del totalitarismo.
La narco dictadura venezolana ha abierto la puerta para que se organice, sin dejar de pertenecer a la OEA, una comunidad de gobiernos democráticos a la que pertenezcan nada más que los gobiernos elegidos democráticamente. Entre ellos pueden establecer lazos comerciales, políticos y diplomáticos privilegiados. Incluso deben estar en capacidad de ayudar a los pueblos que pierdan sus libertades. En realidad la Carta Interamericana Democrática no es un instrumento efectivo porque no tiene poder coercitivo, nada más que le sirve a las dictaduras para enmascararse hasta que les conviene.
Por último, el gran beneficiario de esta poco inteligente decisión de retirarse de la OEA es la oposición democrática venezolana que, marchando en las calles y pagando una heroica cuota de sacrificio ha ganado la admiración y solidaridad de millones de demócratas en el mundo y ha obligado a la narco dictadura a quitarse la careta completamente.
Por Huber Matos Araluce, San José, Costa Rica, abril 27 de 2017.
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