Cuba, Fidel Castro y las declaraciones demagógicas y falsas de Bernie Sanders
Bernie Sanders es
un pre-candidato del Partido Demócrata de los Estados Unidos que aspira a ganar
la nominación del partido en la Convención Demócrata en julio y enfrentarse en
noviembre al presidente Donald Trump. Las
declaraciones favorables que dio este domingo pasado en CBS sobre Fidel Castro
y su campaña de alfabetización a principios de 1959, lo alejan de esa nominación. Fueron opiniones demagógicas y falsas, propias del Bernie Sanders
– que como según informa la reconocida periodista Michelle
Goldberg - en 1980 fue un representante (elector) de un partido
comunista de los Estados Unidos, del “Partido
Socialista de los Trabajadores”, que se fundó en los principios de León
Trotsky. Según el New York Times, ese partido pidió la abolición del
presupuesto militar. También pidió ‘solidaridad’ con los regímenes
revolucionarios de Irán, Nicaragua, Granada y Cuba y esto, en medio de la
crisis de rehenes iraníes”. Según Wikipedia
ese partido respaldaba fuertemente a Cuba (a Fidel Castro).
Según Sanders esa
campaña de alfabetización, “Enseñar a los niños a leer”, fue una muestra de que
no todo lo que hizo Fidel Castro fue malo.
Sanders omitió informar que en 1959 cuando Fidel Castro llegó al poder
en Cuba según el WSJ
el 80% de los cubanos sabía leer, lo que la situaba en uno de los cuatro
primeros lugares en Latinoamérica junto a Argentina, Costa Rica y Chile, países
modelos por su nivel de educación. La
campaña tan admirable que Sanders atribuye a Fidel Castro, la sitúa por
omisión, en un contexto democrático, no en uno totalitario, como el tiempo ha
demostrado ampliamente. Esa campaña de
alfabetización fue parte un plan de adoctrinamiento masivo para imponer una
dictadura comunista.
Antes de llegar
Fidel Castro al poder, Cuba no era un país de pobres ni ignorantes. Según Kirby
Smith y Hugo Llorens, quienes utilizaron datos de la ONU en su estudio
sobre Cuba, en la Isla, en 1950 el número de televisores per cápita de Cuba
era muy superior al de los demás países latinoamericanos; en 1957 el país
ocupaba el quinto lugar en el mundo con 45 televisores por cada mil habitantes,
sobrepasado solamente por Mónaco, los Estados Unidos, Canadá e Inglaterra. En 1958 Cuba tenía más receptores de radio
que Japón, solo superada por Uruguay, a la par de Argentina. Antes de Fidel Castro, o sea antes de 1959, Cuba
ocupaba también la décimo tercera posición en el mundo en el índice de natalidad
infantil por encima de Francia, Bélgica, Alemania, Israel, Japón, Austria,
Italia, España y Portugal. Las mejoras en
la Tasa de Mortalidad Infantil (TMI) hechas
durante más de seis décadas de dictadura castrista están machadas por la manipulación
de datos como demuestra Luis Pablo De La Horra en su reciente estudio.
Sanders explica a
los estadounidenses que Fidel Castro hizo algo bueno aunque aclara que está
contra los autoritarismos. En su escogencia del término autoritario
Sanders le hace un favor al presente gobierno de Cuba porque en Cuba no existe
un gobierno autoritario lo que existe es un gobierno totalitario. Un régimen que no permite los partidos
políticos e impone un partido único y una ideología única. Quien manda en Cuba es Raúl Castro, el
hermano menor de Fidel Castro, quien ha nombrado un presidente títere: Miguel Díaz
Canel.
Bernie Sanders alega
también que en 1980 el pueblo cubano no apoyó a los Estados Unidos en su afán
de derrotar a Fidel Castro porque éste “educó a los muchachos, les dio un
sistema de salud y transformó a la sociedad completamente”. Para esa fecha,
veinte años después de la llegada de Fidel Castro al poder, Cuba recibía un
formidable subsidio anual de la URSS que mantenía a flote su depauperada
economía centralizada, al estilo soviético.
Había fusilado a miles de demócratas y establecido un régimen represivo
implacable. En esos tiempos Sanders pertenecía
a un partido comunista en los Estados Unidos que apoyaba la transformación
completa de la sociedad cubana. Lo más
lamentable de las inexactitudes de Bernie Sanders no es que vaya a perder la
nominación del Partido Demócrata sino que sus seguidores crean su demagogia sobre
Cuba, los cubanos y Fidel Castro.
Por Huber Matos
Araluce
San José, Costa
Rica
Febrero 27 de 2020
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