jueves, 5 de mayo de 2011

Cuba: Ayer, hoy y mañana (II)

A fin de entender la relación entre los exiliados y los Estados Unidos, y para comprender la historia de la oposición democrática cubana, hay que tener en cuenta la disparidad de recursos que ésta ha tenido en su lucha contra la tiranía castrista.

En el conflicto de la Guerra Fría escenificado en Cuba, la parte castrista recibió todos los recursos imaginables y necesarios de la URSS para prevalecer sobre la otra. Desde el principio hasta nuestros días, los cubanos demócratas han recibido de los Estados Unidos una ayuda mínima; en la mayor parte de los casos controlada o condicionada por Washington.

La famosa invasión de Playa Girón de 1961, que el régimen celebra como una gran victoria contra el "imperialismo", no fue otra cosa que un proyecto pésimamente planeado y mal ejecutado por el gobierno de los Estados Unidos. Casi mil quinientos cubanos exiliados fueron enviados a Cuba y abandonados sin el apoyo aéreo adecuado y sin la logística necesaria. El clandestinaje anticastrista que operaba organizadamente en Cuba no fue notificado con anticipación al desembarco. En esas condiciones, la resistencia que opusieron los expedicionarios fue insuficiente para evitar el fracaso militar.

Las consecuencias políticas de ese desastre fueron gravísimas. La victoria consolidó a la tiranía. Más de cien mil cubanos en la isla, considerados por la policía política como activistas de la oposición, fueron arrestados en cuestión de horas. La resistencia interna quedó desmoralizada. La oposición nunca pudo recuperarse de lo que interpretó como una traición de los Estados Unidos.

Esa no fue la única acción controlada por los Estados Unidos que terminó favoreciendo a la tiranía. Después del fracaso de Bahía de Cochinos, el gobierno de Kennedy autorizó a la CIA a llevar a cabo una serie de acciones en un plan conocido como “Operation Moongoose”. Uno de sus fantasiosos proyectos implicó contratar a la mafia estadounidense para eliminar a Castro. El régimen castrista aprovechó cada una de las acciones o presuntas acciones de este plan para hacer propaganda.

Los guerrilleros anticastristas del Escambray, que entre 1960 y 1966 convirtieron esa zona montañosa en un bastión casi inexpugnable contra la dictadura, tampoco fueron ayudados por el gobierno de los Estados Unidos. Todos fueron aniquilados.

La crisis de los misiles en 1961 entre la URSS y los Estados Unidos fue negociada a favor de Washington con el retiro de los cohetes de Cuba. Como parte del acuerdo, los rusos condicionaron a los Estados Unidos a nunca permitir una acción armada de los cubanos contra la tiranía. Quienes pensamos que esto era parte de la mitología del exilio hemos tenido que reconsiderar nuestro escepticismo sobre tal acuerdo. [i]

La Voz del CID, un proyecto de persuasión política que alcanzó un éxito sin precedentes durante diez años de transmisión ininterrumpida desde un país latinoamericano, fue clausurada por presión del gobierno de los Estados Unidos, a pesar de que tenía el respaldo de más de un gobierno latinoamericano. El proyecto de TeleCID, que hizo pruebas exitosas de transmisión de televisión a Cuba usando una técnica de propagación superior a la de TV Martí, recibió de parte de los Estados Unidos todo tipo de amenazas de prisión, multa y deportación, a pesar de que operaba en aguas internacionales. (Ver: El fracaso de TV Martí)

Radio Martí y TV Martí son proyectos que dirige directamente el gobierno de los Estados Unidos. Una de las regulaciones inexplicables que tienen es que ningún líder exiliado puede tener un programa en sus transmisiones. La mayor parte de la pequeña ayuda que Washington dedica al asunto cubano no llega a Cuba por regulaciones de uno u otro tipo.

Mientras Hugo Chávez subvenciona anualmente al castrismo con miles de millones de petrodólares, Washington ha retenido 20 millones de ayuda para la democratización de Cuba. En solo las primeras semanas del conflicto en Libia los Estados Unidos gastaron varios cientos de millones de dólares.

Este tipo de conducta se ha repetido durante medio siglo. Los fracasos los ha tenido que pagar moral y políticamente la oposición democrática. Esto ha contribuido en forma significativa al pesimismo de los cubanos.

Desde que los cubanos cuentan en las elecciones en los Estados Unidos, la política de los gobiernos en Washington es de hacer lo suficiente como para neutralizar o conseguir esos votos, sin que esa acción pueda llegar a irritar al castrismo.

Continuará…



[i] Comentario de la embajadora de los Estados Unidos en la ONU Jean Kirkpatrick al autor: “-Te voy a decir algo que debe quedar entre los dos: Lo de Cuba no es fácil y tú tienes un camino muy largo por delante, no lo olvides. Hay documentos en Washington relacionados con Cuba que a mí no me permiten leer, están en una caja de seguridad. Esto me preocupa y me disgusta.” http://patriapuebloylibertad.blogspot.com/2009/08/el-fracaso-de-tv-marti-capitulo-final.html

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo vengo repitiendo por años, USA es nuestro peor enemigo si a la libertad y la democracia para Cuba nos referimos, no sabemos exactamente que razones tienen los Estados Unidos para permitir que una dictadura asesina subsista por mas de cincuenta años al sur de sus costas, la realidad es que el pueblo cubano esta mas solo que la una en esta larga lucha por la liberacion del comunismo, ninguno de los dos partidos (democrata o republicano) han movido un dedo por la justicia en nuestra isla, eso si me queda muy claro que la mayor responsabilidad es de nosotros los cubanos, especialmente de las nuevas generaciones que se mantienen en su grandisima mayoria al margen de las cosas de la patria.

Fernando Fernandez

9 de mayo de 2011, 9:15

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