domingo, 15 de mayo de 2011

Obama se mudó a Miami

Las recientes declaraciones del presidente Barak Obama sobre los cambios que tendrían que hacerse Cuba para que su gobierno normalice las relaciones con el castrista son lógicas. Prueban que Obama ya está en campaña electoral. Es el mensaje que él cree que quieren oír los votantes cubanoamericanos.


¿Y que propone Obama?: esperar

¿Por qué?: porque a él le conviene.


Obama tiene la actitud de la “Calendas griegas”, la espera eterna. Ha declarado que: “Para que tengamos el tipo de relaciones normales que tenemos con otros países debemos ver cambios significativos de parte del gobierno cubano y no hemos visto eso hasta ahora”… “Le daría la bienvenida a un cambio real de parte del gobierno de Cuba”.


Pasará el tiempo de aquí hasta la reelección y Obama seguirá esperando por la decisión de Raúl Castro, como lo ha hecho desde que llegó a la Casa Blanca. Si Raúl hace reformas bien y si no las hace hay que tener paciencia. Esperar es menos riesgoso que ayudar a los que luchan para que las cosas pasen.


Obama no quiere conflictos con Raúl Castro en este periodo preelectoral en los Estados Unidos. No le convienen disturbios entre el pueblo cubano y la tiranía. Si el pueblo cubano se tira a las calles, puede haber muertos y heridos. Si Obama no los apoya como hizo en Egipto o en Libia, le costará muchos votos en la Florida. Un estado muy importante en las elecciones presidenciales.


Si en el caso de una revuelta en Cuba Obama apoya al pueblo tendría que estar dispuesto a tomar una acción. Esto le costaría votos entre los estadounidenses que no quieren que su país se involucre en ningún otro conflicto. Además, tendría que enfrentar las acusaciones de Hugo Chávez, Ortega, Evo, Cristina, Lula y quien sabe quien más en Latinoamérica.


No podemos olvidar que la tiranía castrista tiene a un rehén estadounidense, el Ingeniero Alan Gross. Una ficha que la dictadura puede usar para obligar a Obama y a su gobierno a portarse bien o para otras cosas.


Por todas estas razones en los próximos 18 meses, lo que el gobierno de Obama quiere en Cuba es paz. Hará todo lo necesario para que así sea. Los Estados Unidos no van a ayudar a ningún grupo cubano que pueda crear una situación explosiva en Cuba. Ningún grupo o todos los grupos, unidos o divididos, tendrán ayuda verdadera. Quizás apoye a quien se comprometa a no crear problemas y de esa forma parezca que hace lo que no quiere hacer y no está haciendo.


Pero no esperemos que se le permita a Carlos Alberto Montaner y a Huber Matos tener un programa en Radio Martí desde el cual le hablen al pueblo cubano y lo hagan sentir que tiene futuro si reclama sus derechos. Eso no pasará.


Obama no es indiferente a los sufrimientos del pueblo cubano y a las necesidades de la oposición. Es un presidente estadounidense en periodo de reelección. Los cubanoamericanos tienen la palabra. La palabra y el voto. Hay que valorar su mensaje con sus acciones pasadas y lo que ahora propone.

1 comentarios:

Escombros Hablaneros dijo...

Muy buen artículo y creo que Obama está haciendo lo máximo que su cargo público le permite.

15 de mayo de 2011, 7:32

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