sábado, 26 de octubre de 2024

LA EXAGERACIÓN A RIESGO DE GUERRA REGIONAL ISRAEL E IRÁN


 

La idea de que estalle una guerra regional entre Israel e Irán y sus brazos armados: Hamas, Hesbollah, Huties y otros en la región, ha sido un tema recurrente en la cobertura mediática y los análisis de expertos durante años y ahora con mayor dramatismo después del reciente ataque de Israel a Irán.  Sin embargo, al examinar más de cerca, parece que esta amenaza está sobrestimada, especialmente si consideramos las realidades militares y políticas actuales en el Medio Oriente. Si bien es importante reconocer la compleja red de alianzas y rivalidades en la región, la capacidad de Irán y sus aliados para causar un daño significativo a Israel ha disminuido considerablemente. Ahora quienes se lancen a atacar a Israel se la juegan a quedar en los tiempos de la Edad de Piedra, como ciertamente Israel amenazó a Hezbollah advirtiendo lo que les sucedería.

 

Capacidad Militar Reducida de Irán y sus aliados

 

La fortaleza militar de Irán y las capacidades de sus alaidos—como Hezbollah, Hamás y los hutíes—se citan con frecuencia como factores que podrían escalar un conflicto con Israel hacia una guerra regional más amplia. Sin embargo, la capacidad real de estos grupos para infligir daños significativos a Israel se ha reducido considerablemente en los últimos años.

 

Hezbollah: Hezbollah, con base en el Líbano, fue una vez considerado uno de los brazos más poderosos y peligrosos de Irán, con un gran arsenal de cohetes y misiles. Sin embargo, el continuo ataque de Israel a su liderazgo, líneas de suministro y arsenales ha debilitado al grupo. Además, su participación en la guerra civil siria ha drenado sus recursos y mano de obra. Hoy en día, Hezbollah sigue siendo una amenaza, pero su capacidad para abrumar las defensas israelíes, como el sistema de interceptación de misiles Cúpula de Hierro, se ha reducido considerablemente.

 

Hamás: De manera similar, Hamás, que opera desde Gaza, tiene medios limitados para desafiar directamente la superioridad militar de Israel. Aunque puede realizar ataques esporádicos con cohetes y actos terroristas, Hamás carece de la infraestructura militar para lanzar un asalto sostenido. Los sistemas de defensa de Israel, incluida la Cúpula de Hierro, han demostrado ser altamente efectivos para neutralizar la mayoría de los cohetes entrantes, reduciendo aún más la amenaza que representa Hamás.

 

Programa de Misiles de Irán: Irán en sí tiene un formidable programa de misiles balísticos, pero su efectividad también está limitada por los avanzados sistemas de defensa aérea de Israel. Las tecnologías suministradas por Estados Unidos, como los sistemas de defensa de misiles Arrow y Honda de David, proporcionan capas adicionales de protección para Israel, lo que hace improbable que los ataques con misiles de Irán causen daños significativos en un conflicto sostenido.  El ultimo sistema enviado y operado por Estados Unidos a Israel, el TAAD, aumenta la invulnerabilidad de Israel y por supuesto de una guerra regional.

 

Factores Geopolíticos

 

Más allá de los aspectos militares, la dinámica geopolítica en el Medio Oriente también hace que una guerra regional a gran escala sea menos probable.

 

Alineación de los Estados Árabes contra Irán: En los últimos años, muchos estados árabes, tradicionalmente vistos como hostiles a Israel, han centrado su atención en contrarrestar la influencia de Irán en la región. Los Acuerdos de Abraham, que normalizaron las relaciones entre Israel y varios estados del Golfo, destacan esta tendencia. Países como Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos ven a Irán como una amenaza más significativa que Israel, lo que hace improbable que apoyen a Irán o sus aliados en un conflicto con Israel. De hecho, pueden apoyar en silencio los esfuerzos para debilitar a Irán.

 

Involucramiento Limitado de Rusia y China: Aunque Irán tiene lazos diplomáticos con Rusia y China, es poco probable que ninguno de estos países intervenga militarmente en un conflicto entre Israel e Irán. Rusia ya está sobrecargada con su participación en Ucrania, y China no arriesgaría sus objetivos estratégicos a largo plazo apoyando a Irán en una guerra que podría perder. Su participación probablemente se limitaría a esfuerzos diplomáticos o ventas de armas, en lugar de un compromiso militar directo.

 

Intereses Económicos y Mensajes Estratégicos

 

Una posible explicación para el enfoque persistente en el riesgo de una guerra regional es la preocupación por las consecuencias económicas y políticas de una escalada, particularmente en lo que respecta a los mercados mundiales de petróleo. Irán sigue siendo un productor de petróleo significativo, y cualquier interrupción en sus exportaciones podría hacer subir los precios, afectando a economías de todo el mundo. El temor a la inestabilidad en la región, especialmente en torno al Estrecho de Ormuz—una arteria vital para el transporte mundial de petróleo—podría estar motivando a los gobiernos y expertos a enfatizar la necesidad de evitar un conflicto.

 

El mensaje, en mi opinión de la exageración del riesgo de una guerra regional, podría estar destinado a desalentar ataques militares o acciones que podrían afectar los suministros de energía globales. Al presentar la situación como más peligrosa de lo que realmente es, los responsables políticos pueden justificar los esfuerzos diplomáticos y las sanciones continuas como necesarios para mantener la estabilidad. 

 

En el fondo hay un juego de intereses económicos y políticos más que la verdadera posibilidad de una guerra regional.  Esto es otra forma de desinformación a la que estamos sujetos los habitantes de este planeta.  Provocando el temor a una guerra regional se puede justificar la inacción en el campo del respeto a los derechos humanos, por ejemplo.

 

Huber Matos Araluce

San José Costa Rica

Octubre 26 2024

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