Cuba: revolución o compromiso: El pueblo (II)
Cuba es en primera instancia su pueblo, la suma de sus vivencias en un entorno geográfico. Cada cubano es una pequeña parte de la nación. Cada uno es también un microcosmos del problema y la solución. Una muestra que llevada al laboratorio nos puede arrojar sus fortalezas y sus debilidades.
Los cubanos somos el producto de nuestra insularidad y nuestra historia. Los cubanos de hoy en día – en buena parte como resultado del último medio siglo de dictadura totalitaria somos varios pueblos que hablamos diferentes lenguas. Nos cuesta entendernos.
Los cubanos son gente inquieta, imaginativa, intensa y emprendedora. Éramos un pueblo romántico y bastante crédulo. El comunismo nos convirtió en gente práctica y desconfiada. Para sobrevivir hemos aprendido a dudar hasta de nuestra sombra.
Adicionalmente, la calamidad que ha sufrido nuestra sociedad durante más de cinco décadas ha aumentado nuestra inclinación a tener siempre la certeza de saber “donde estamos parados”. A tener opiniones muy precisas y contundentes sobre la mayoría de las cosas. Esto nos ayuda a tomar decisiones rápidas y seguras en el plano individual aunque es un impedimento a la hora de ponernos de acuerdo en decisiones colectivas. Somos un pueblo políticamente inmaduro.
En el terreno político es común escuchar o leer con toda autoridad expresiones que son la consecuencia del cubano y de su trauma:
“El problema es la unidad, mientras no haya unidad no hay nada que hacer”. “La culpa la tienen los americanos”. “El problema es el embargo”. “Los americanos lo que tiene que hacer es decir hasta aquí y dejarse de boberías”. “No hay solución porque el pueblo cubano no es el mismo, el de ahora tiene miedo y no hay nada que hacer. “El exilio es reaccionario y no entiende lo que está pasando en Cuba”. Etc.
Sin que el tema se nos convierta en una disertación de sicología nacional por alguien que no está preparado para darla, debemos aclarar que por muchas cosas que dividan a los cubanos hay una pasión que los une: el amor por Cuba. Desde cualquier posición del espectro político y en cualquier lugar donde se encuentre, dentro o fuera de Cuba, el cubano ama a su país con intensidad.
El pueblo en el exilio
El cubano es el resultado de su entorno geográfico y sus vivencias. Hay más de dos millones de personas fuera de Cuba y un poco más de once millones de habitantes en la isla. Pero hay muchos exilios. El cubano que vive en Ecuador es diferente al que vive en Miami y este el que vive en Suecia o en España. De cada lugar ha integrado ideas y hasta formas de comportamiento.
La complejidad aumenta porque al exilio han llegado cubanos de todos los estratos, edades, tonalidades ideológicas y generaciones.
Continuará…
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