SOLO TRUMP PODRĺA SALVAR A PUTIN
La invasión rusa de Ucrania iniciada en 2022 fue diseñada para ser una rápida victoria imperial. Hoy, en 2025, es un callejón sin salida para Moscú. Ucrania, pese a comenzar en inferioridad de medios, ha logrado repeler a Rusia en el campo de batalla, cobrándole un precio brutal en vidas humanas y material militar.
Putin está atrapado. Su única esperanza es Donald Trump, que podría permitirle congelar el conflicto en condiciones más favorables.
1. El precio militar del fracaso ruso
Retroceso territorial: Kiev, Járkov, Sumy, Chernihiv: Rusia se vio obligada a retirarse en 2022 de estas áreas clave. Jersón: Ucrania liberó esta ciudad estratégica en 2022, obligando a Rusia a retroceder a la orilla oriental del Dniéper.
Crimea amenazada: Ataques de largo alcance ucranianos golpean bases rusas en Crimea, debilitando el control ruso.
Bajas humanas. Rusia: Muertos: entre 200,000 y 250,000 soldados. Total de bajas (muertos y heridos): cerca de 900,000.
Ucrania: Muertos: 46,000 soldados. Heridos: 390,000 soldados.
Proporción aproximada de bajas: por cada soldado ucraniano muerto, han muerto entre 4 y 5 soldados rusos.
Pérdidas de material militar ruso
Pérdida de al menos un tercio de la Flota del Mar Negro, incluyendo el emblemático crucero "Moskva".
Agotamiento de tanques modernos: Rusia ha perdido la mayor parte de sus T-90 y T-80, recurriendo a tanques T-72 y T-55 de décadas pasadas.
Destrucción masiva de artillería y blindados por ataques de drones y armas antitanque ucranianas.
Dependencia de ayuda militar de Corea del Norte, tanto en provisión de proyectiles como, según fuentes occidentales, en el envío de soldados norcoreanos a zonas del frente.
2. Superioridad ucraniana en innovación y adaptación
Uso masivo de drones para vigilancia, ataques y guerra electrónica.
Eficiencia en el empleo de armas occidentales como Javelin, HIMARS y Storm Shadow.
Defensa antiaérea eficaz que ha impedido a Rusia controlar el cielo.
Modernización constante gracias al flujo de apoyo europeo y estadounidense.
Ucrania ha convertido su resistencia en una guerra tecnológica de alta precisión, neutralizando las ventajas numéricas rusas.
Europa apoya a Ucrania
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea: "Ucrania no solo se defiende, nos está defendiendo a todos nosotros. Europa no la abandonará".
Emmanuel Macron, presidente de Francia: "La seguridad de Europa se decide en el frente de Ucrania. Nuestra ayuda será constante".
Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN: "El respaldo a Ucrania no flaqueará, porque su victoria es esencial para nuestra seguridad colectiva".
3. El ocaso de la estrategia rusa
Fracaso logístico: Rusia fue incapaz de sostener sus ofensivas iniciales.
Altísimas tasas de bajas por cada kilómetro cuadrado ganado.
Dependencia de áreas ocupadas sin garantía de suministro.
Colapso moral en tropas rusas, frente a una Ucrania cada vez más motivada.
Hoy, Rusia ya no puede lanzar ofensivas exitosas de gran escala. Solo puede defender lo que ocupa y esperar.
4. La apuesta desesperada de Putin: esperar a Trump
Putin busca congelar la guerra para salvar sus conquistas parciales.
Confía en que la administración Trump reduzca la ayuda militar a Ucrania.
Aspira a que Trump fuerce a Ucrania a negociar, aceptando cesiones territoriales que Rusia no podrá mantener a mediano plazo.
Putin no negocia desde la fuerza: negocia desde la necesidad urgente de detener su caída militar.
5. El verdadero reto de Trump: liderazgo global
El futuro de Ucrania y de la estabilidad mundial está en juego.
Si Trump opta por sostener a Ucrania, afirmará el liderazgo global estadounidense y demostrará fortaleza.
Si Trump opta por forzar concesiones, legitimará la agresión armada y debilitará la influencia estadounidense en Europa y el mundo.
Hoy, el verdadero líder no es quien firma un acuerdo rápido, sino quien defiende principios bajo presión.
La historia recordará este momento. No los discursos, sino las decisiones.
6. Preparativos nórdicos: una Europa lista para resistir
Finlandia, Suecia, Noruega y Dinamarca han comenzado a coordinar su defensa regional frente a la amenaza rusa. Estos países, junto con los bálticos, pueden movilizar un ejército conjunto de hasta un millón de efectivos, entre reservistas y fuerzas regulares.
Suecia y Finlandia ya forman parte de la OTAN, ampliando el alcance geográfico del cerco militar sobre Rusia.
7. Alemania, Francia, Reino Unido y la defensa europea
Alemania ha aprobado un plan de rearme histórico con hasta 500.000 millones de euros en los próximos doce años, eliminando temporalmente su freno constitucional a la deuda para financiarlo.
Francia anunció en 2024 un incremento sostenido de su gasto de defensa hasta 413 mil millones de euros entre 2024 y 2030.
El Reino Unido ha desplegado brigadas reforzadas en Europa del Este, y comprometido al menos 3% de su PIB en defensa a mediano plazo.
Italia, Polonia, Chequia, Estonia y Lituania también han incrementado sus presupuestos militares y capacidades de defensa cibernética.
En paralelo, la Comisión Europea ha lanzado la iniciativa "ReArm Europe", que proyecta movilizar hasta 800.000 millones de euros en gasto de defensa a nivel continental, combinando fondos públicos, préstamos blandos y participación privada.
Olaf Scholz, canciller de Alemania: "La seguridad de Ucrania es parte de la seguridad de Europa. No retrocederemos".
Rishi Sunak, primer ministro británico: "Reino Unido seguirá siendo uno de los principales aliados de Ucrania, hasta el final".
Josep Borrell, alto representante de la UE: "Ucrania lucha por valores europeos. No podemos permitirnos fallarle".
Europa no solo mantiene su apoyo diplomático, financiero y militar a Ucrania: está transformando su postura de defensa con vistas a una posible guerra prolongada con Rusia.
Conclusión: Putin ya ha perdido la guerra militar en Ucrania. Solo un error político en Occidente podría salvarlo. Hoy, solo Trump podría salvar a Putin. Y con ello, definir el futuro del orden mundial.
Huber Matos Araluce
San José, Costa Rica
Abril 29 2025
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