Carter en Cuba: una valoración positiva
En su viaje a Cuba, el presidente Carter ha dicho cosas que no nos agradan a muchos cubanos. También ha dado declaraciones que nos convienen. Su reunión con un grupo de disidentes es importante para ellos, para nosotros y para la lucha por la democracia.
Carter declaró:
"La mayoría de los cubanos desean que existan relaciones normales con Estados Unidos, y la gran mayoría de los norteamericanos también desean que existan relaciones normales con Cuba”…
Podemos sumarnos a esa mayoría. Solamente puede haber relaciones normales entre dos democracias. En un mundo donde los derechos humanos son parte importante de las relaciones entre los pueblos, un gobierno democrático no puede dejar de condenar las violaciones que comete una dictadura. Todas las tiranías por definición son violatorias de esos derechos.
También Carter dijo que:
"Indudablemente existen algunos líderes radicales en mi país, algunos en posiciones destacadas en el Congreso, en muchos de los casos cubanoamericanos, que insisten en mantener este distanciamiento...”
---Se trata de "una pequeña minoría en estos momentos, pero muy poderosa desde el punto de vista político, en los círculos políticos".
Me parece importante que mucha gente en Cuba haya escuchado del propio presidente Carter que la política de Washington hacia Cuba no la deciden únicamente los americanos, sino que influyen - en forma decisiva - un grupo de cubanos. Sobre si ellos representan una minoría de los cubanoamericanos está por probarse. A los congresistas cubanoamericanos no los elige al Congreso en Washington una minoría sino una mayoría de los votantes.
En Cuba Carter habló contra el embargo, a favor de la libertad de los espías castristas condenados en los Estados Unidos y de los viajes de turistas estadounidenses a Cuba. Eso lo quería escuchar el régimen y puede ser que hasta Carter lo crea. Habría que valorar si realmente el gobierno usó a Carter, o éste los usó a ellos.
El presidente Carter no es ningún tonto como muchos creen. Nadie pasa por la presidencia de los Estados Unidos sin graduarse en varias especialidades, entre ellas, sobre la maldad de los dictadores y su capacidad de manipulación.
Habríamos querido que la visita de Carter a Cuba fuera toda a nuestro favor, el de la libertad, pero eso no es posible; esto no hace a Carter un aliado del castrismo o un enemigo nuestro. Creo que ganamos más nosotros con su visita que el castrismo, que difícilmente puede ganar ya nada con nadie.
Lo más importante fue que Carter se reunió con varios disidentes. Eso es un reconocimiento que eleva la credibilidad de la oposición democrática ante el pueblo cubano y el mundo y lo ha hecho, en los momentos en que la dictadura ha lanzado una campaña perversa y violenta contra la oposición.
Tal vez sería oportuno en estos momentos preguntarnos: ¿Quién fue, antes de Carter, el último representante importante del mundo libre que fue a Cuba y se reunió con la oposición? ¿Cuál fue el que en La Habana expresó su esperanza de que todo el pueblo cubano fuera completamente libre? Carter hizo ambas cosas. A veces tenemos la maña de convertir una victoria en fracaso, o de concederle al enemigo triunfos que no son tales.
3 comentarios:
Muy bueno el articulo, y sí, ésta batalla la ganó la disidecncia en Cuba, porque primera vez en la historia del castrismo que permiten a un ex-mandatario reunirse con la disidencia en la isla, eso es un gran paso, ahora lo que la marcha no se puede detener.
31 de marzo de 2011, 16:11Creo que el tema ha quedado aquí bien balanceado. Me ha parecido oportuno y bueno este comentario.
1 de abril de 2011, 0:48Huber siempre la pones buena con los punticos donde van
12 de abril de 2011, 22:36Gracias por tus análisis
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