FIDEL ESTA LOCO
Entre lo que pretende representar Raúl Castro y lo que escribe Fidel hay una nebulosa. Desde hace dos años el heredero designado prometió cambios pero todo ha quedado en amagos. La situación económica empeora. La educación, la salud y la vivienda están en crisis permanente. Fuera de Cuba la hipótesis popular es que Fidel está contra los cambios. Aunque su conducta refleja tanto temor a dar libertades al pueblo como demencia senil.
A la apertura de Obama la respuesta de Raúl fue precisa: “estamos dispuestos a discutir todo: derechos humanos, libertad de prensa, presos políticos". La reacción de Obama a este mensaje fue positiva: “el hecho de que Raúl Castro haya dicho que está dispuesto a que su Gobierno converse con el nuestro no sólo sobre el levantamiento del embargo, sino sobre otros temas como los derechos humanos, los presos políticos, esa es una señal de avance".
La reacción de Fidel fue renegar la oferta de Raúl y hacerlo quedar como un tonto ante los cubanos y el mundo. Según él lo que quiso decir Raúl era "que está dispuesto a discutir cualquier tema con el Presidente de Estados Unidos, expresa que no teme abordar cualquier tipo de asunto. Es una muestra de valentía y confianza en los principios de la Revolución”.
Si Fidel Castro hubiera estado en su sano juicio lo táctico es que le hubiese planteado u ordenado a Raúl que él mismo tenía que hacer la aclaración de que su mención de discutir sobre presos políticos, libertad de prensa o derechos humanos era porque la Revolución no tenía miedo pero que Cuba no iba a negociar su sistema político. Una semana después, en el acto del 1 de mayo Raúl no habló. ¿Alguien le calló la boca?
No han pasado ni 15 días de esa falta de cordura cuando el viejo dictador lanza contra México y su presidente una ofensiva acusándolos de haber silenciado el brote del virus H1N1, acusaciones en las que luego persiste incluyendo también a los Estados Unidos y el Canadá.
La interpretación planteada por Ricardo Pascoe, el ex embajador de México en Cuba, es que Castro está creando una crisis internacional para desviar la atención de los serios problemas que hay en Cuba, entre ellos los conflictos en la cúpula del poder. Pascoe señala que Fidel no ha parado de escribir, hasta dos veces al día, desde que le defenestraran parte de su equipo de asesores.
La versión es razonable, pero cuando se analizan las declaraciones de Castro en su conjunto considero que el factor de demencia senil es el que completa el cuadro. Fidel podrá haber atravesado la crisis intestinal pero su mente no es la misma. No se da cuenta de que lo que escribe le perjudica dentro y fuera de Cuba. Además debilita a Raúl ante un pueblo que lo considera un hombre débil y ante una nomenclatura que no le tiene fe.
Para escuchar a Ricardo Pascoe:
http://www.wradio.com.mx/oir.aspx?id=810675
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