PETROCARIBE
Por Armando González, La Nación, Costa Rica Agosto 2 2009
Los acontecimientos de Honduras llaman a la reflexión sobre el papel de Venezuela en los países receptores de su ayuda exterior, incluida la proporcionada por Petrocaribe, el acuerdo multinacional para proveer petróleo barato y dedicar lo ahorrado al gasto en proyectos de desarrollo. Las ramificaciones de la crisis, en especial las relacionadas con la mediación del presidente Óscar Arias, son motivo de sobra para promover esa reflexión en Costa Rica.
A lo largo de la crisis hondureña, la animadversión de las naciones del Alba hacia nuestro país y su forma de gobierno, ha quedado patente. Los buenos oficios costarricenses no son bien recibidos en los cuarteles del Socialismo del Siglo XXI, desde cuyas almenas nos acusan de crear una distracción que permitiría al régimen de facto consolidarse.
A la luz de esas circunstancias, el Gobierno debe reconsiderar las infructuosas gestiones desplegadas para ganar el ingreso al club petrolero, donde nuestra membrecía no causa mayor entusiasmo.
La última reunión cumbre del grupo, celebrada en la isla de San Cristóbal, habría sido escenario de nuestra afiliación, a tenor de las declaraciones vertidas por funcionarios locales, pero el país quedó en espera de la invitación. La confusión imperante en los días previos a la cita impide aquilatar la magnitud del desaire, pero lo hubo.
Con todo, el problema de fondo no se relaciona con la falta de bienvenida al club, sino con el costo de la membrecía.
Nada es gratis y es ingenuo pensar que Hugo Chávez proporcionaría petróleo barato a cambio de nada, especialmente a un Gobierno por el que profesa incuestionable antipatía.
La voluntad de Chávez para poner en juego el poder económico no está en duda. Lo vimos en el caso de Alunasa* y se constata en el esquema aplicado a la ayuda de Petrocaribe en países vecinos.
Petrocaribe es un convenio internacional y Costa Rica podría depositar en el derecho la esperanza de su buen funcionamiento, pero la República Bolivariana ya tiene demostrada su falta de sujeción a las normas.
No hace mucho, la Corte nombrada por el chavismo estableció la inaplicabilidad del derecho internacional en cuanto contradiga su interpretación de la Constitución venezolana.
Petrocaribe desapareció del temario nacional, quizá por efecto del desaire sufrido en la reunión de San Cristóbal, quizá por la menor urgencia, en virtud de los precios relativamente bajos del petróleo en los últimos meses. Pero los hidrocarburos subirán al ritmo de la recuperación económica mundial y con ellos aumentará la tentación de Petrocaribe.
Si por la víspera se saca el día, vale la pena resistirla.
*Empresa en del estado venezolano que funciona en Costa Rica y que
Chávez amenazó con cerrar ante las críticas de Arias.
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